“Nosotros somos un lugar para que la gente pueda viajar y trabajar desde cualquier punto del mundo”, deja en claro el número de la cadena en el país, Chile y Brasil.
Es que Selina propone algo más que un lugar donde alojarse, porque combina en una misma propuesta un destino para viajar, trabajar e incluso para pasar una estadía prolongada.
Por eso, ante la llegada de la pandemia Fernando Bigio no tiene miedo de destacar: “Nuestro modelo ya estaba preparado para este nuevo mundo”. Un mundo en el cual cambiará la manera de “vivir, viajar y trabajar”.
Selina cuenta con tres locaciones en el país (Palermo, Nueva Córdoba y Bariloche). En Buenos Aires mantuvo sus instalaciones activas para huéspedes que quedaron varados en el país y en Córdoba hospedó a 120 repatriados.
Mientras se avoca a la implementación de normas de seguridad e higiene, espera la reactivación de aeropuertos y vuelos (que serían en julio) porque está estrechamente ligado a sus servicios.
Tanto en sus destinos en el globo como en el país, Selina orientará sus esfuerzos al turismo interno hasta que el turismo internacional se normalice.
“Con respecto al modelo de negocio vemos algunos cambios. En las habitaciones compartidas disminuimos la capacidad al 50% e iremos viendo cómo evoluciona en los próximos meses”, explica Bigio.