Aunque reniega de cierto optimismo naif y cree que los candidatos y mucha gente sobredimensionan el efecto "cambio de expectativas" que generaría en la economía el próximo gobierno, Gastón Utrera hoy está mucho más cerca de los "integrados" que delos "apocalípticos", en la clásica división de Umberto Eco.
Y si bien coincide en que el gran problema de fondo es el déficit fiscal y la inflación, está convencido que la administración K tiene tres herramientas para campear la falta de divisas:
- El Swap o intercambio de divisas con China que -según él- fue mal entendido por muchos y es más práctico y aplicable del que había firmado de Redrado.
- Un probable entendimiento con los fondos buitre que permitiría ingreso de créditos desde marzo o abril.
- De última, un desdoblamiento cambiario que -siendo una medida que deplora- permitiría patear el grave problema de atraso cambiario a la siguiente administración.
El joven economista inicia su análisis con un componente político: es el último año de una gestión de 12 años, cuyo objetivo central para 2015 es llegar más o menos enteros.
Y a la hora de hacer futurología con lo que podría venir en 2016, piensa:
- El desafío de Macri es concordar con empresarios y gremios peronistas una política antiinflacionaria.
- Le preocupa que Massa piense en un shock de inversiones como salida a la inflación, porque toda inversión es (al inicio) demanda agregada y recalentaría el escenario.
- De Scioli se pregunta: ¿cuál es su referente: el heterodoxo (Miguel) Bein o el ortodoxo (Mario) Blejer?