El grupo italiano The European House-Ambrosetti presentó su ‘Índice de Atracción Global’ (GAI por la sigla en inglés), que mide el potencial, en términos de inversión y desarrollo productivo, de 144 economías del mundo.
Además de una multiplicidad de factores económicos, el índice evalúa los países de acuerdo a diferentes variables como la apertura, innovación, talento, eficiencia, diálogo con países extranjeros, así como factores sociales y culturales. Una vez calculados los puntajes, los países son divididos de acuerdo a cuatro categorías: atracción alta, buena, media y baja.
Sólo tres países de América latina lograron meterse en la categoría media, posicionándose en el Top 50: Brasil (puesto 41, con 44,74 puntos); México (43, con 43,46 puntos); y Chile (46, con 39,80 puntos). Los otros 16 países de la región fueron clasificados en “atracción baja”. La Argentina ocupa el puesto 92 (22,15 puntos) después de Uruguay (66, 27,56); Panamá (70, 26,87); República Dominicana (74, 26,46); Perú (82, 24,87); Ecuador (84, 24,42); Costa Rica (88, 23,17); y Colombia (91, 22,51),
Después de la Argentina sólo se ubican Paraguay (95, 20,32); Guatemala (104, 16,87); Bolivia (116, 12,36); Honduras (120, 11,13); El Salvador (122, 10,88); Nicaragua (130, 9,34); Venezuela (137, 5,74) y Haití (141, 4,35).
Por otra parte, Alemania (100 puntos) consolidado su posición como primera en el GAI, desplazando a los Estados Unidos (99,61), que se ubican en un segundo lugar. Lo siguen Singapur (90,51 puntos); Japón (90,06); el Reino Unido (89,17); Hong Kong (87,89); China (82,13); Canadá (80,75); y Corea del Sur (80,06). Dentro del Top10, pero en la categoría de “atracción buena” se encuentran los Países Bajos.
En un contexto de pandemia, el informe advierte que la crisis podría aumentar las desigualdades sociales, el aumento del desempleo y contraer las economías nacionales e individuales. De prolongarse esa tendencia, se trataría de un desafío para los países, especialmente los emergentes.