La base monetaria tuvo una contracción del 17% en términos reales, si se compara el promedio en el que se movió dicha variable en agosto de 2020 con agosto de 2021.
El dato parece positivo, en primera instancia, si no fuese porque la contracara es una fuerte expansión de las Leliq y los pases, que a su vez genera lo que los economistas llaman "emisión endógena". Es la que se conforma con los intereses que hay que pagarles a los bancos para que encajen esa plata y que la misma pueda ser absorbida.
Entre el 31 de julio y el 31 de agosto el stock de pasivos remunerados (pases más Leliq) se incrementó 4,33%, muy por encima de la inflación del período, que las consultoras sitúan en torno al 2,7 por ciento. El salto es más importante si en vez de observar el punta a punta de mes se mira el promedio de ambos: en ese caso, el incremento fue del 5,5 por ciento.
Cabe recordar que a fines de mayo el Banco Central emitió la Comunicación A7290, que permite que los bancos cuenten como encajes las bonos del Tesoro. En un primer momento esto generó que las entidades financieras salgan de Leliq y de pases para financiar al Gobierno. Sin embargo, duró poco el interés de los bancos en asumir el riesgo de financiar al Tesoro y todo indica que las entidades buscan volver a instrumentos que consideran más seguros.
"Datos oficiales publicados por el Banco Central muestran que los bancos dejaron de comprar soberanos en julio y agosto, subiendo su posición de Pases y marcando una preferencia por asumir riesgo Banco Central en la previa electoral", destacó un estudio reciente de la Consultora 1816.
El informe privado añade que "la posición de títulos en pesos en manos de entidades financieras, sin contar Leliq ni pases, cayó cerca de $ 90 mil millones el martes 31 de agosto. Si bien hay que mirar ese valor con cautela, dado que esas cifras se revisan para atrás, es un indicio muy evidente de que los bancos ya no están interesados en las letras del Tesoro".
En el consolidado de agosto se observa que la colocación de Leliq y pases le permitió al BCRA absorber $ 167.323 millones, aunque los intereses que este combo generan implicó una expansión monetaria autónoma de $ 124.569. En lo que va del año, la acumulación de intereses llega a $ 814.190 millones.
Para tomar dimensión de lo que vienen creciendo los intereses de los pasivos remunerados, se puede señalar que a esta altura del año, en 2020, los mismos sumaban $ 421.413 millones. Es decir, prácticamente se duplicaron en términos nominales, mientras que la inflación fue menor al 52% en estos doce meses.
Por otro lado, en el octavo mes del año la base monetaria tuvo un crecimiento punta a punta contra el 31 de julio de $ 83.754 millones, para ubicarse en $ 2,866 billones. Esto implicó un incremento mensual de un 3% en términos nominales, Es decir, quedó muy cerca de terminar neutra, si se le descuenta la inflación esperada para el período.
El principal factor expansivo fueron las operaciones con el Tesoro, que sumaron en términos netos unos 236.799 millones de pesos. De esa cifra, $ 200.000 millones corresponden a transferencias de utilidades, es decir, asistencia monetaria. Este rubro podría seguir creciendo si la Secretaría de Finanzas no logra afinar la puntería en las próximas licitaciones.
Otro factor contractivo de la base monetaria, que se sumó a la colocación de pasivos remunerados, fue el resultado de operaciones cambiarias, que permitió retirar unos $ 52.084 millones. Esto se debe a que el Banco Central terminó con saldo neutro en el Mercado Único y Libre de Cambios y, a la vez, la demanda de divisas del Tesoro para pagar deuda permitió retirar $ 52 mil millones.
Además, se observó una contracción monetaria de $ 58.207 millones en el rubro "otros" de las series estadísticas del Banco Central.
Un informe reciente del broker Grupo SBS consignó: "La expansión monetaria se aceleró desde fines de junio, a la vez que el avance de los pasivos monetarios del BCRA impulsa también el crecimiento de la base monetaria amplia, factor determinante tanto en el plano inflacionario como cambiario. Con respecto a lo segundo, el Banco Central pareciera no considerar por ahora la tasa de referencia como instrumento para combatir la inflación. Creemos que ambos aspectos serán centrales en el nuevo acuerdo con el FMI".
En tanto, El economista Fernando Marull, de la consultora FMyA.com.ar, señaló en un informe reciente: "La fuerte emisión monetaria del BCRA terminó en la calle, por eso los agregados monetarios M3 saltaron a niveles récord (de 22% del PBI). La mayor parte de esos pesos están en los bancos, por eso también sube el stock de pasivos remunerados (a 11% del PBI), récord desde 2018. Dado que hay cepo, los lesos de la economía no pueden ir al dólar oficial. Pero sí generan presión a la brecha cambiaria y a la inflación".