Biocombustibles: votación apretada en Diputados extiende el régimen actual por 60 días

En la sesión maratónica que concluyó en la madrugada de este viernes, la Cámara de Diputados dio media sanción a la nueva ley de Biocombustibles.

Luego de un intenso debate en Diputados, con casi 50 oradores, el oficialismo logró aprobar con media sanción la nueva Ley de Biocombustibles. Con 135 votos positivos, 110 negativos y dos abstenciones, el proyecto pasa ahora a la Cámara de Senadores pese a la resistencia de Juntos por el Cambio.

Por lo pronto, el régimen actual fue extendido durante 60 días con el fin de facilitar el debate de la ley, la cual generó fricción entre el oficialismo y la oposición. Esta iniciativa aprobada por la Cámara Baja resulta una alternativa al proyecto que proponía extender la ley actual 4 años más, que obtuvo solo media sanción en el Senado.

De aprobarse esta nueva propuesta, regirá hasta el 31 de diciembre del 2030, con posibilidad de prórroga por otros cinco años, y obligará a reducir entre un 10 y un 5% el corte obligatorio mínimo para la mezcla de biodiésel en el gasoil.

Por otro lado, facultará a la Secretaría de Energía a reducir ese porcentaje a un 3% ante situaciones excepcionales, es decir, "cuando el incremento en los precios de los insumos básicos para la elaboración del biodiésel pudiera distorsionar el del combustible fósil en el surtidor, o ante situaciones de escasez por parte de las empresas elaboradoras".

En cuanto a las naftas, el corte mínimo obligatorio de bioetanol se mantiene en un 12%, mientras que para los combustibles a base de caña de azúcar y caña de maíz el corte mínimo cierra en un 6%, según el texto del proyecto en debate.

El amplio debate incluyó fuertes críticas de parte de la oposición, la cual en general se mostró crítica hacia la nueva reglamentación. Sin embargo, el Frente de Todos se impuso gracias a una variedad de legisladores de algunos bloques minoritarios y ocho diputados de Juntos por el Cambio, todos pertenecientes a provincias azucareras.

"Esta ley muestra un típico rol del Estado, que quiere arbitrar y decir quién gana y quién pierde. En la Argentina que yo sueño los hidrocarburos, las energías renovables, los biocombustibles tienen lugar", insistió Fabio Quetglas, Diputado nacional por la Provincia de Buenos Aires por UCR/Cambiemos.

Entre los reclamos de la oposición se sostuvo con fuerza la crítica hacia la falta de cuidado medioambiental por parte de la ley y el castigo para "el que invirtió", tal como reclamó la mendocina Jimena Latorre (UCR) en representación de Juntos por el Cambio.

"Este proyecto no es una prórroga del régimen de la Ley 26.093 como propuso el Frente de Todos en el Senado. Tampoco es un nuevo Régimen de Promoción y Fomento, muy por el contrario, hay castigo para el que invirtió y un incentivo a la mediocridad. En realidad, es un proyecto regresivo, intervencionista e inconstitucional", insistió la legisladora.

Según pronosticó, "serán pocas empresas que seguirán en pie a costa del capitalismo de amigos K", y lamentó que no se haya "escuchado a las 10.000 familias que quedarán sin empleo".

Por su parte, los defensores del proyecto indicaron que este brindará estabilidad al sector para un mayor desarrollo: "Esta ley estabiliza los beneficios del sector por 10 años, los segmenta y los integra a una política pública en materia de producción y desarrollo nacional coherente, sostenible y responsable", indicó el cordobés Eduardo Fernández (Frente de Todos).

De parte de Juntos por el Cambio, el radical tucumano José Cano votó a favor, aunque reconoció que "la mejor opción hubiera sido la prórroga de la actual ley".

"Vivimos en una provincia que tiene 15 ingenios azucareros que generan en forma directa o indirecta más de 100.000 puestos de trabajo, que aporta la mitad de bioetanol que hoy se mezcla en nafta, y que aparte la actividad se sustenta en la producción de bioetanol", justificó Cano.

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