CECILIA FILAS
Estados Unidos y sus aliados, incluyendo el Reino Unido, están preparando una lista de nuevas sanciones que apuntan al círculo íntimo del Kremlin en caso de que Rusia decida atacar a Ucrania.
Un funcionario senior de la Administración Biden le dijo al Financial Times que los individuos identificados (y su núcleo familiar) "están dentro o cerca del círculo íntimo del Kremlin y tienen un rol en la toma de decisiones del gobierno o, como mínimo, son cómplices del comportamiento desestabilizador del Kremlin".
"Las sanciones los aislarían del sistema financiero internacional y garantizarían que ellos y los miembros de sus familias no puedan seguir disfrutando de las ventajas de alojar su dinero en Occidente y asistir a las universidades de élite occidentales", agregó.
Aunque aún no trascendieron las identidades de las personas, fuentes de la Casa Blanca dijeron que los objetivos habían sido elegidos de una lista entre líderes rusos, funcionarios, altos cargos ejecutivos o miembros de los consejos de administración de empresas estatales.
Las medidas se sumarían a las sanciones más amplias contra sectores de la economía rusa, como la banca y la energía.
El bloque demócrata del Senado también está cerca de cerrar un proyecto de ley que promete sanciones para Rusia, incluso si no se concreta una invasión a Ucrania, como teme Estados Unidos. Según Bob Menéndez, el presidente de la comisión de Relaciones Exteriores, el proyecto establecería penas por los ciberataques sobre Ucrania, operaciones de bandera falsa y otros intentos por desestabilizar el gobierno ucraniano.
Rusia y Estados Unidos se cruzaron hoy en el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU). El embajador ruso ante la ONU, Vasily Nebenzya, acusó a los estadounidenses de "generar la histeria" por la situación en Ucrania y de "provocar la escalada" de tensiones. Estados Unidos cree que Rusia -que movilizó alrededor de 100.000 tropas a la frontera con Ucrania- podría intentar invadir a su vecino en el corto plazo. El Kremlin lo niega.
El secretario del Departamento de Estado, Antony Blinken, y el canciller ruso, Sergei Lavrov, volverán a hablar vía videoconferencia este martes.
El Reino Unido también amenazó a Rusia con sanciones económicas para personas y empresas ligadas al Kremlin, si los rusos concretan una incursión en Ucrania. Hasta ahora, el Reino Unido sólo podía aplicar sanciones a rusos ligados a actos de desestabilización contra su vecino, pero la secretaria de Relaciones Exteriores, Liz Truss, propuso cambios para ampliar el alcance de las sanciones, que podrían aplicarse a "cualquier individuo y negocio con significancia económica o estratégica para el Kremlin".
"Cualquier empresa de interés para el Kremlin y el régimen de Rusia podría ser un objetivo, así que no habrá ningún lugar donde esconderse para los oligarcas de Putin, para las empresas rusas implicadas en el apuntalamiento del Estado ruso", dijo Truss.
El anuncio sobre las sanciones se da mientras el primer ministro británico, Boris Johnson, considera enviar 900 tropas a Estonia (lo que duplicaría el cantidad de fuerzas británicas en ese país), como un ofrecimiento a la OTAN.
Entre otras cosas, las sanciones le permitirían al gobierno británico congelar activos de personas y prohibirles la entrada a su territorio. Desde la desintegración de la Unión Soviética en 1991, Londres se ha convertido en el principal centro mundial de un vasto flujo de dinero procedente de las antiguas repúblicas soviéticas. Es especialmente importante para los oligarcas rusos que ya están bastante limitados en los Estados Unidos, y varios figuran en su lista negra.
Es un mensaje de advertencia de Estados Unidos y el Reino Unido al líder ruso Vladimir Putin: si Moscú avanza sobre Kiev, los hombres más ricos de Rusia, que tienen una gran cantidad de activos en el extranjero, se enfrentarán a más sanciones.
El vocero del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo que la amenaza de tales medidas equivaldría a un ataque a las empresas rusas, que terminaría siendo contraproducente para las compañías británicas y los accionistas occidentales.
"No es frecuente ver o escuchar amenazas tan directas de atacar a las empresas", dijo Peskov. "Un ataque de un determinado país a las empresas rusas implica medidas de represalia, y estas medidas se formularán en función de nuestros intereses si es necesario".
El primer ministro Johnson -envuelto en un escándalo doméstico por fiestas clandestinas en la residencia oficial de Downing Street 10, durante la pandemia- hablará en las próximas horas con Putin y viajará a Ucrania esta semana, como una muestra de apoyo. "Creo que Rusia tiene que dar un paso atrás del borde", dijo Johnson.