TOMAS CARRIO
El Banco Central (BCRA) volvió a recortar la tasa de los pases pasivos a siete días. La autoridad monetaria dispuso este lunes una nueva baja de dos puntos porcentuales de la tasa que paga por estos instrumentos, que pasarán a rendir 32% de TNA, unos 4,5 puntos menos que hace una semana.
POR QUÉ EL BCRA BAJA LA TASA DE PASES PASIVOS
La entidad que preside Miguel Pesce continúa apuntalando así la estrategia que puso en marcha para desarmar el stock de pases pasivos, que había trepado a $ 2,895 billones a fines de diciembre. El fuerte incremento que se había registrado en la demanda de pases pasivos durante los últimos meses del año pasado fue precisamente uno de los motivos que llevó al BCRA a anunciar, el primer jueves de enero, que impulsaría una desaparición progresiva de los pases a siete días.
Según explicaban desde los bancos, el motivo por el que la demanda por los pases pasivos se había disparado durante los últimos meses de 2021 no era otro que el de evitar un descalce entre los depósitos que reciben y sus colocaciones. Es que la incertidumbre electoral había generado en los ahorristas una aversión generalizada a invertir más allá del cortísimo plazo.
Pero tras escalar hasta casi los $ 3 billones, el stock de pases pasivos -de los cuales más de un 80% corresponde a los instrumentos a siete días- fue reduciéndose hasta alcanzar, el 20 de enero, último dato disponible en la web del Central, los $ 1,376 billones. La contracara se vio en la expansión del stock de Leliq, que la semana pasada superó los $ 3 billones tras crecer más de $ 1 billón en apenas una semana.
Gabriel Caamaño Gómez, director de Consultora Ledesma, considera que la decisión busca, en definitiva, forzar que la liquidez bancaria financie al Tesoro.
"Ya pasó el año pasado, no es que impulsan demanda, la fuerzan. Los bancos son cautivos, tienen que colocar en algo la liquidez que les permita pagar los rendimientos a los ahorristas que les fija la tasa mínima", considera.
Y advierte: "Es monetariamente expansivo. Cambias pesos que estaban esterilizados en pasivos monetarios por pesos colocados en bonos del Tesoro. Los agregados crecen".
El economista marca además, que la estrategia del BCRA responde a que el Gobierno no logra financiamiento voluntario y tiene un rojo primario que de alguna manera debe financiar, en un año en el que además el BCRA prácticamente no tendrá Utilidades para transferir y en el que los Adelantos Transitorios se encuentran limitados por Carta Orgánica.
"Agarran lo que hay, y lo que hay es liquidez bancaria", dice.
Para lograr que los bancos re-direccionen la liquidez que estaba colocada en los pases pasivos hacia instrumentos del Tesoro, el BCRA impuso, a principios de enero, un tope para las colocaciones en Leliq a 28 días. Eso deja a los bancos ante un abanico limitado de opciones si pretende mantener sus colocaciones en el BCRA: o suscribe a instrumentos a un día, o lo hace a 180.
"Hoy, dada la configuración de la política monetaria, la liquidez excedente puede colocarse entre el plazo de un día o los 180", explica Sebastián Menescaldi, director de Eco Go. "Claramente eso le daría una ventaja a los bonos del Tesoro, para capturar liquidez de ese plazo intermedio", agrega.
Pese a ello, el economista de Eco Go cree que "en el corto plazo, con toda la incertidumbre que hay, los bancos no tienen mucho incentivo a colocar mucha más liquidez en el Tesoro". Y cierra: "Tal vez, si la situación se estabiliza y se firma el acuerdo con el FMI, podría haber fondeo para capturar a la larga. Pero en el corto plazo no lo veo".