Una nueva línea aérea abandona sus operaciones en el país tras la pandemia. La aerolínea Emirates ratificó que cesará su actividad comercial en la Argentina por tiempo indefinido y comenzará un plan de retiros voluntarios a sus empleados en el país.
Sin intenciones de realizar vuelos especiales, la firma con sede en Dubai esperará la reapertura de los viajes turísticos para reconsiderar su agenda local. Su hoja de ruta conectaba la Argentina con los Emiratos Árabes Unidos con escalas en los aeropuertos de San Pablo y Río de Janeiro, consolidándose así como una alternativa para viajar a Oriente como también hacia el país carioca.
Tras la decisión de Emirates, ya son cuatro empresas de alto nivel internacional que abandonan su estructura en la Argentina, especialmente en un contexto en donde la crisis global de la industria aeronáutica que desató la pandemia del coronavirus obligó a las firmas del sector a reducir costos y cerrar operaciones con baja o nula rentabilidad.
A finales de abril fue el turno de Air New Zealand, que cerró las oficinas locales y canceló su servicio entre Buenos Aires y Auckland hasta 2021, como mínimo. "La Argentina fue un desafío antes de la pandemia y no esperamos que el mercado se recupere rápidamente", dijo Nick Judd, jefe de Alianzas, Estrategia y Network de la compañía.
En junio, le tocó a LATAM Airlines, impulsado además por un entramado político y sindical, que confluyó con la pandemia a la hora de definir la salida del país. Esta semana Qatar Airways, con el 20% del capital accionario de LATAM, confirmó que dejará de volar a la Argentina "debido al impacto global del Covid-19 y las condiciones negativas del mercado actual".
El Gobierno, en tanto, tampoco dio señales claras sobre el restablecimiento de los vuelos comerciales a nivel doméstico e internacional. A solo días del 1 de septiembre, fecha establecida para la reapertura, la vuelta a las actividades está prácticamente descartada.
"No se puede hablar de rehabilitación de vuelos de manera normal", dijo el ministro de Transporte, Mario Meoni, a mediados de agosto, que aseguró que las decisiones "se van tomando de acuerdo a cómo evoluciona la pandemia".
"Lo que sí estamos haciendo es autorizar vuelos especiales, para todas aquellas personas que pueden moverse por razones laborales o por haber quedado varado en un lugar lejano a su domicilio", sumó el titular de Transporte.
La alerta de las low cost
El panorama para Flybondi y JetSmart es incierto. Sin saber qué pasará con el Aeropuerto de El Palomar y a la falta de previsibilidad sobre la vuelta a las actividades, las aerolíneas de bajo costo confirman que el contexto es "ya casi insostenible".
"La economía de Flybondi entró en tiempo de descuento", alertó Mauricio Sana, CCO y CEO interino de la aerolínea durante un webinar organizado por el portal especializado AviaciónOnline.
"Esperábamos con ansias llegar al 1 de septiembre, pero faltan apenas unos días y no hay señales precisas. Por ahora, no tenemos confirmaciones. Se necesita previsibilidad para la operatoria”, sumó Gonzalo Pérez Corral, head de JetSmart en el país.
El pedido de definiciones no sólo llegó desde las empresas. Los gremios que agrupan a los empleados de las low cost emitieron un comunicado en donde criticaron la "actitud pasiva" del ministro Meoni. "Los vuelos podrían volver en 60, 120 o 180 días. Estos plazos podrían significar la desaparición de la industria aérea", confirmaron desde las asociaciones sindicales.