La industria petrolera es históricamente la actividad con salarios más altos en la Argentina, no sólo por la capacidad de sus empresas en proveer un recurso clave para la economía y muchas veces de exportación, sino por las condiciones laborales que muchas veces deben afrontar sus colaboradores.
En ese sentido, la Fundación Contactos Energéticos elaboró la Encuesta Salarial del Petróleo y el gas en la Argentina, que en esta oportunidad relevó a más de 550 personas de distintas empresas, roles y regiones del país para confirmar algunas de las creencias en torno al sector.
El primer análisis de los datos claves que arroja el trabajo es que ningún trabajador de la industria gana menos de $ 1 millón, y apenas el 5,8% menos de $ 2 millones, lo que ya posiciona a la industria entre uno de los mejores empleadores del país, sobre todo teniendo en cuenta el alto grado de formalidad de esos puestos.
Siguiendo la evolución de la escala de salarios reflejada por la encuesta, el 14,1% gana entre $ 2 y $ 3 millones, el 17,5% entre $ 3 y $ 4 millones y el 17,9% entre $ 4 y $ 5, es decir que casi 6 de cada 10 trabajadores de la industria petrolera gana hasta $ 5 millones de bolsillo.
En los estamentos salariales más altos, el 14,8% gana entre $5 y $ 6 millones, el 9% hasta $ 7 millones, el 6,8% hasta $ 8 millones, el 3,9% hasta 9 millones, el 3,6% hasta 10 y más del 4,5 por encima de los $ 10 millones.
Sueldos vs Inflación
Pablo Cariddi, vicepresidente de la Fundación Contactos Energéticos explicó del trabajo que lo que principalmente se observa respecto del año pasado es que "los sueldos se incrementaron en un contexto de devaluación e inflación, pero sin embargo, se actualizaron menos que ambas".
En relación a los montos de los salarios percibidos, el analista destacó que "los sueldos son elevados respecto al resto de las industrias, pero por que el resto de las ramas no paga tan bien salvo excepciones puntuales, pero sin dudas la expone a estar muy golpeada por el Impuesto a las Ganancias, algo que va a generar mucho descontento en los próximos meses".
El relevamiento se realizó entre colaboradores de empresas operadoras, de servicios especiales, otros servicios, equipos y herramientas, servicios de torre, consultoría y hasta dependencias del Estado nacional y provincial, en tanto que por cargos incluyó junior, semi senior, senior, gerencia y dirección y C-Level.
Otro dato que sobresale del análisis es que "los sueldos en Neuquén son más altos que el resto del país, pero Caba tiene todo el C-level de las compañías. entonces por eso los ingresos se distribuyen parejos y no se nota tanto la comparativa".
Si bien algunos lo atribuyen al costo de vida en la provincia cuna de Vaca Muerta, en realidad, para Cariddi es "consecuencia de lo complejo que es conseguir personal en Neuquén, y de las condiciones laborales que son muy exigentes: pocos quieren estar 20 días en medio de una operación lejos de la familia y su casa. Y eso se paga".
En relación a las políticas de género, "se nota que en los últimos años se ha incrementado el personal femenino, pero aún así al no haber un correlato histórico con el presente, las posiciones más altas tienen menor participación de las mujeres".
"Sin embargo, en las posiciones más junior a senior, sí se advierte que hay mayor participación respecto de años anteriores. Y hasta son las mujeres las que más rápido se están moviendo entre posiciones, ya sea intra o extra empresa" de la industria, consideró el directivo de la Fundación.
Bonos salariales
En relación a los bonos de complemento salarial que caracterizan a la industria, no sorprende que el 77% de los empleados cobran algún bono atado a performance, casi en su totalidad los cobran de manera anual y gran parte es por objetivos individuales.
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Otro dato llamativo. en beneficios, es que creció mucho este año el porcentaje de empleados que gozan de flex time y home office, dos cuestiones muy valoradas especialmente en el segmento que no se corresponde a las operaciones de campo.
Finalmente, Cariddi destacó un aspecto de la encuesta que busca ahondar en el interés de los profesionales por cambiar de compañía o incluso de industria, que este año arrojó que "cayó mucho el deseo de movilidad al pasar de 24 al 21 por ciento", incluso en línea con el menor deseo de emigrar del país que fue del 31 al 24 por ciento actual.
Un dato adicional es la complejidad para los equipos de Recursos Humanos para cubrir las vacantes en todos los niveles de la actividad, sólo el 45% dijo poder hacerlo con relativa facilidad, lo que se asocia a la largamente mencionada falta de recursos capacitados para esta industria, uno de los temidos cuellos de botella que puede afrontar el sector.