Hay fumata blanca en la industria automotriz. Tras anunciar a fines de octubre que iniciarían las negociaciones, Fiat Chrysler Automobiles (FCA) y grupo PSA confirmaron hoy que llegaron a un acuerdo para fusionarse. Los puntos son similares a los que habían compartido anteriormente, aunque se suman algunos detalles respecto a la sinergia, participación y planes a futuro.
“La combinación dará lugar a un líder de la industria con las capacidades, recursos y escala para capitalizar con éxito las oportunidades que presenta la nueva era de la movilidad sustentable”, señalaron a través de un comunicado.
A su vez, señalan que el nuevo grupo tendrá una mejor distribución geográfica de su negocio debido al peso de FCA en Norteamérica y América latina y el de PSA en el mercado europeo. “El 46% de los ingresos provendrá de Europa y el 43% de Norteamérica en base a los números de cada empresa en 2018. La combinación traerá la oportunidad de reconfigurar la estrategia en otras regiones”.
Tal como se había anunciado a fines de octubre, el Directorio contará con 11 miembros, la mayoría de ellos independientes. A cargo de la presidencia quedará John Elkman, quien se desempeña como chairman en FCA. En tanto, la dirección ejecutiva estará a cargo del portugués Carlos Tavares, actual CEO de PSA, por un período inicial de cinco años.
La compañía resultante tendrá sede en los Países Bajos y cotizará en las Bolsas de París, Milán y Nueva York. Con ventas anuales de 8,7 millones de unidades e ingresos por 170.000 millones de euros se convertirán en la tercera empresa más importante del sector. Detallan que la fusión resultará en sinergias por 3700 millones de euros, las cuales, esperan, generen un cash flow neto positivo desde el primer año. No prevén que el acuerdo derive en cierres de plantas.
“Las eficiencias que serán obtenidas de la optimización de inversiones en plataformas de vehículos, familias de motores y nuevas tecnologías, apoyadas en la escala, les permitirá al negocio mejorar su performance de compra y crear valor adicional”, explicaron. Dos tercios del volumen se concentrará en dos plataformas, con 3 millones de autos en la pequeña y una cifra similar en la mediana/compacta.
“Carlos Tavares, Mike Mankley (N.d.R: director ejecutivo de Fiat Chrysler) y sus equipos ejecutivos tienen un fuerte trayectoria en cambiar empresas y combinar OEMs con diversas culturas. Esta experiencia ayudará a acelerar la ejecución de la fusión, apuntalada por la robusta performance reciente de ambas compañías”, prosiguió el comunicado.
El acuerdo contempla que ningún accionista tendrá un poder de voto superior al 30% y tampoco continuarán los votos dobles ya existentes, aunque sí se generaran nuevos una vez transcurridos tres años de la finalización de la fusión.
Por otro lado, se estableció una interrupción en la participación de EXOR, Bpifrance8, la familia Peugeout y Dongfeng Group por un período de siete años. Los primeros tres no podrán modificar su participación accionaria por tres años, mientras que el holding chino acordó venderle 30,7 millones de acciones a PSA, por lo que su share en el nuevo grupo será del 4,5% (antes ostentaba el 12,2%)..
Antes de cerrar la fusión, señalaron, FCA distribuirá un dividendo especial de 5500 millones de euros entre sus accionistas. En tanto, el grupo francés repartirá el 46% que tiene del fabricante de piezas Faurecia entre los propios. Si bien en las horas previas se había especulado con que Comau, la unidad de robots de Fiat, permanecería en el holding combinado, el comunicado detalla que “FCA continuará trabajando en la separación de su participación en Comau” para “beneficio de los accionistas de la compañía fusionada”.