Con la normalización de la curva en pesos, los fondos T+1 recuperan cierto protagonismo dentro de la industria de fondos comunes de inversion.
Cobertura ante la devalución, un consistente resguardo frente a la inflación en un contexto de incertidumbre de las inversiones están convirtiéndolos en una suerte de estrella entre los fondos en las últimas semanas con alta liquidez.
En medio de un contexto en el que el gobierno y los acreedores se encuentran inmersos en las negociaciones por la deuda, desde el Ministerio de Economía buscan darle liquidez y profundidad al mercado de deuda doméstico para seguir refinanciando vencimientos.
Por ello, el mercado de pesos se normalizó y junto con la emisión de nuevos bonos y el rearmado de nuevas curvas de deuda, los fondos comunes de inversión (FCI) “T+1” retomaron su protagonismo. La recuperación de los bonos permitió obtener retornos positivos en dólares en dichos fondos.
En lo que va del año los FCI “T+1” suman $ 22.673 millones de activos bajo administración, totalizando $81.986 millones. Son ahora el 6% del total.
De esta manera, en lo que va del año, los T+1 sumaron 43% en su patrimonio bajo administración y de a poco recuperan el terreno perdido causado por la volatilidad financiera y el reperfilamiento de letras en agosto pasado.
La rentabilidad en estos fondos en lo que va del año no logra compensar a la suba del dólar aunque en el último mes, gracias a la suba de los bonos y a la tranquilidad en el mercado cambiario se observaron ganancias de entre 3% y hasta 13% en moneda dura.
Protagonismo de los “T+1”
En este contexto, y con la necesidad de los inversores (FCI) de encontrar inversiones para poder colocar los pesos, los FCI de pesos lucen como una opción a considerar, sobre todo en un escenario de fuertes restricciones cambiarias y alta inflación .
Se ha observado una normalización de las curvas de bonos en pesos, otorgando buenos rendimientos para los fondos T+1.
La tasa real de rendimientos de la curva CER pasó desde niveles del 30% en abril y con una pendiente de la curva invertida a niveles del 10% actual y con una curva normalizada, lo que implica avances de más del 60% desde abril hasta la fecha.
Algo similar se vio en la deuda soberana Badlar que pasó de promediar spreads de 3000 puntos básicos en abril, hasta los 1000 puntos básicos en promedio en las últimas ruedas.
Los analistas de Portfolio Personal Inversiones explicaron que los FCI siguen siendo un instrumento válido para inversores minoristas ya que es un producto de la diversificación que permite esta alternativa en una cartera, y sus bajos mínimos de inversión.
“La industria en general ha estado reorientando su estrategia (obligada por regulaciones, o por la coyuntura) para ofrecer rentabilidad a los flujos en pesos para diferentes perfiles de inversor y riesgo. Así, en un marco de suma liquidez en el mercado, los FCI “T+0” ya representan más de la mitad del total de la industria a pesar de su tasa de interés real negativa", afirman en PPI.
Según el análisis, se trata de opciones de bajo riesgo, es decir, "para perfiles muy conservadores, y permiten una rápida disponibilidad para quien quiera o necesite mantener flujos en pesos. En tanto, otras dos alternativas, que están ganando espacio son los “T+1” que apunta a la curva de letras y bonos en pesos de diferente ajuste y los FCI Dólar Linked que están renaciendo en el último mes”, agregan.
El volumen operado de los activos en los que invierten los fondos T+1 creció significativamente en los últimos meses, impacto positivamente sobre los fondos comunes de inversión y sus respectivos activos bajo administración.
Mariano Calviello, Head Portfolio Manager de Fondos Fima señala que el volumen operado en el mercado de Ledes y Lebads. ha ido aumentando día a día desde inicios de marzo.
“Se operaban diariamente $ 200 millones en marzo mientras que en mayo se pasó a operar más de $ 1700 millones, reflejando un crecimiento importante de lo operado a través de MAE. Esto mejora la situación de estos activos, otorga una mayor profundidad de mercado, menor dispersión de precios y una mejor relación entre el precio de compra y venta”, explicó Calviello.
Además, las sucesivas emisiones se ha realizado a plazos más cortos, generando múltiples puntos en la curva. Estas licitaciones además, han sido en niveles similares a los operados en el mercado secundario, consideró.
Naturalmente, este contexto positivo para los bonos y la deuda en pesos local tuvo su repercusión positiva sobre los fondos T+1. Calviello explica que durante el año, han ingresado a la industria fondos por $22.000 millones de pesos.
“Se observa un flujo positivo de $22.000 millones de pesos en el año, mostrando un crecimiento del 31%, solo superado por el crecimiento que han experimentado los money markets. Las carteras de los T+1 se componen de plazos fijos, obligaciones negociables, liquidez y letras. Este último activo ha ido ganando participación en las últimas semanas”, dijo el head portfolio manager de Fondos Fima.
Justamente, los fondos FIMA son el jugador mas importante de la industria de fondos en cuanto al capital administrado, con el mayor market share. Del crecimiento de $22.000 millones sobre los fondos T+1, FIMA representa el 43% ($9500 millones sobre los $22.000 de crecimiento).
Cobertura inflacionaria
Los FCI “T+1” son jugadores importantes en el mercado de bonos que ajusta por CER ya que estos están dentro del menú de activos dentro de las curvas en pesos.
Para analistas, en un contexto de elevada inflación, con restricciones cambiarias y en medio de la negociación de la deuda, tiene sentido posicionarse en activos con cobertura a la inflación , es decir, bonos que pagan un spread por encima de la tasa de inflación, otorgando así una tasa real, la cual hoy se encuentra en niveles del 10 por ciento.
Alejandro Kowalczuk, director de inversiones de Argenfunds ve valor en el mercado local ya que entiende que, si eventualmente la Argentina continúa en default a la vez que se pretende no financiar el gasto únicamente con emisión monetaria, el gobierno deberá cuidar al limitado mercado de deuda local.
“El default implica no solo el no acceso a los mercados internacionales de deuda, sino también la imposibilidad de llegar a un nuevo acuerdo con el FMI y acceder a líneas de crédito de organismos multilaterales. Por tal motivo, creo que seguirán cumpliendo con los vencimientos para de esa forma poder continuar con las colocaciones en mercado primario”, dijo el especialista.
En ese escenario y, teniendo mayor certeza sobre los pagos y que post-pandemia se sumaría una caída en la demanda de dinero a la significativa expansión de la oferta, Kowalczuk entiende que los instrumentos atados a la inflación lucen atractivos.
“Vemos en esta curva no solo la posibilidad de cobertura contra la inflación sino también una mejora en precios por una compresión adicional en torno a los 300 puntos básicos de la tasa de interés de real. El tipo de cambio luce atrasado y eso se tradujo, aún habiendo cepo, en ventas de reservas por parte del BCRA y ampliación de la brecha cambiaria, motivos por los cuales se establecieron más controles sobre el MULC y la operatoria de Contado Con Liquidación, lo que ha generado importantes trabas en el sector importador y sectores exportadores pero que se nutren de insumos y materias primas importadas”, señaló el director de inversiones de Argenfunds.
Competir contra el dólar
Mas allá de los retornos en pesos que estos fondos puedan dar, lo cierto es que debido a la fuerte devaluación del tipo de cambio en este año, junto con la fuerte caída de las tasas de los activos en moneda local, los FCI no han podido compensar el salto del dólar en los primeros meses del año.
Aun así, en el último mes el dólar MEP cae un 6% y gracias a la suba de los bonos en pesos, los FCI suben ganan en promedio un 2,5% y hasta 9,4% en pesos, ganando más del 15% en dólares en los últimos 30 días.
Los Fondos comunes de inversión en pesos de liquidez inmediata (T+0) han logrado retornos en lo que va del año del 23,5% en promedio.
Entre ellos, el fondo que se destaca es el de Quinquela Pesos de Quinquela Fondos con un retorno en pesos de 26,3%, seguido por SBS Ahorro pesos, sumando 24,98% en 2020 y IAM Ahorro pesos con un retorno del 24,38% en lo que va del año.
En lo que respecta a los fondos T+1, estos han evidenciado una disparidad en los rendimientos mucho mas grande. Hay casos de algunos fondos en los que el rendimiento acumulado del año es del 48% como el caso de SMSV Renta en pesos de Southern Trust, Delato Ahorro Plus que gana 46,2% en el año y GPS Savings de Quiron Asset Management que gana 45,6% en el año. De esta manera, todos los fondos de la industria no lograron compensar la devaluación del peso, con una suba del dólar del 51 por ciento.
El rally de los bonos en pesos de los últimos 90 días fue bien aprovechado por las gestoras que ganaron 8% en promedio. Se destacaron fondos que sumaron hasta 29% como el caso de Allaria Renta Balanceada II.
Si bien estos fondos han obtenido mayores retornos que los fondos T+0, tampoco han logrado compensar la devaluación del peso y el retorno en dólares también ha sido negativo.
Yendo más al corto plazo, en el ultimo mes, el retorno de los fondos fue positivo de 2,4% en promedio, cuando el dólar cayó 6% (debido a los controles cambiarios fundamentalmente), permitiendo retornos del 8% en promedio.