El Gobierno mantiene, en la recta final rumbo a las elecciones, un aliado que a esta altura parecía ya impensado. Para sorpresa de algunos integrantes del equipo económico, las liquidaciones por parte del campo se mantienen en niveles récord, lo que le permite al Banco Central (BCRA) seguir comprando dólares para fortalecer sus reservas.
Si bien la entidad que preside Miguel Pesce lleva ya ocho meses consecutivos con saldos positivos en sus intervenciones en el mercado de cambios, en los que acumuló u$s 7778 millones, pocos esperaban que pudiera extender esa racha durante el corriente mes. Pero ayer sumó otros u$s 10 millones, que se suman a los u$s 60 millones del lunes, y a falta de cinco ruedas para que culmine agosto acumula compras netas por u$s 360 millones.
Puertas adentro del edificio ubicado en Reconquista 266, sin embargo, mantienen la cautela. Es que según argumentan, a fin de mes entran importadores y compensaciones, por lo que se vienen ahora las ruedas más complejas. Pero lo cierto es que las fuertes liquidaciones por parte del agro son celebradas ya que permitirían sumar reservas en un mes en el que pocos auguraban un balance positivo.
Prueba de ello puede verse en que solo en dos de los últimos 10 años el BCRA logró cerrar el octavo mes del año con saldo positivo en sus intervenciones en el mercado de cambios: en 2012, en el que cerró con compras netas por u$s 106 millones; y en 2016, con un saldo positivo de apenas u$s 6 millones.
Según le adelantó la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC) a El Cronista, las liquidaciones del sector durante agosto superarán los u$s 2500 millones. De esta manera, el sector anotaría la mejor liquidación desde agosto de 2011, cuando alcanzó u$s 2571 millones.
Una de las hipótesis dentro del equipo económico es que el sector está aprovechando los elevados precios para liquidar granos y utilizar esos ingresos para comprar maquinaria y agroquímicos, y ampliar así su capacidad productiva. Eso, según dicen, ha provocado un boom de demanda que llevó a las compañías que venden maquinaria a pautar entregas recién a 18 meses.
Pero independientemente de los motivos, lo cierto es que el Central aprovecha la rigidez del cepo cambiario y las fuertes liquidaciones para acumular reservas. De ello depende, en definitiva, el poder de fuego que tendrá la entidad para mantener a raya a los dólares alternativos de cara a las elecciones.
La autoridad monetaria incluso reconoció el lunes, a través de su Informe de Política Monetaria (IPOM), que cuenta con una "posición robusta" para enfrentar eventuales episodios de mayor volatilidad financiera, "que en Argentina han coincidido típicamente con los períodos electorales".
Esa "posición robusta" se compone de reservas netas que, según estima un informe de Equilibra, se ubicaban en u$s 6400 millones antes de que se recibieran los Derechos Especiales de Giro (DEG) que envió el lunes el Fondo Monetario Internacional (FMI). Las reservas netas, agregaba el informe, han caído más de u$s 1500 millones desde mediados de julio, cuando tocaron el máximo del año de casi u$s 8000 millones.
A esas "municiones" debe agregarse, además, que el BCRA mantiene en cero su posición de ventas de futuros de dólar, lo que le permitiría un mayor poder de acción por esa vía.
Pero Equilibra identifica, además, "tres factores que anticipan semanas desafiantes para las reservas del Central". En ese sentido, destacan que "la temporada alta de agro-divisas terminó", que "no todas las exportaciones pasarán por caja" y recuerdan que desde octubre pasado el Central ya no interviene solamente en el mercado oficial sino que lo hace también en los mercados financieros para apaciguar la brecha.
Respecto de este último punto se destaca que, si bien las restricciones del jueves pasado le permitan al Central disminuir sus ventas diarias de reservas para intervenir en el dólar financiero, "difícilmente pueda resignar menos de u$s 20 millones diarios en promedio".