El presidente uruguayo Luis Lacalle Pou fue contundente contra el régimen cubano al analizar la situación de la región. Y reflexionó sobre la relación entre Argentina y Uruguay.
En principio, reveló que a su asunción presidencial -realizada el 1° de marzo del año pasado- no invitó ni al presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, ni a Nicolás Maduro, de Venezuela, ni al mandatario cubano, Miguel Díaz-Canel, debido que ese día no deseaba relacionarse "con dictadores y gobiernos autoritarios". Sin embargo, aseguró que Uruguay igualmente mantiene "relaciones diplomáticas con esos países".
Luego, Lacalle Pou se diferenció del presidente Alberto Fernández, quien hace pocas semanas dijo no conocer exactamente la "dimensión del problema" en Cuba a raíz del estallido social: "Desde un lugar de respeto y de no intromisión en asuntos ajenos, tenemos el deber de decir qué sucede en Cuba".
Así, apuntó contra el régimen cubano y aseguró que "es más fácil que la tabla del uno" observar lo que ocurre en Cuba: "El que no lo quiere ver tendrá afinidades ideológicas muy fuertes, porque a nadie le cabe la menor duda de que Cuba es una dictadura".
En diálogo con LN+, el presidente uruguayo aclaró que su crítica al gobierno de Díaz-Canel "no es un tema ideológico sino de respeto hacia los Derechos Humanos, que no tiene signo político".
Según Lacalle Pou, estos gobiernos en realidad son muchas veces "prebendarios. Eso no es ser socialista, ni capitalista, ni pro mercado, todos hemos visto a familiares y amigos de dictadores en un barco en el Mar Adriático en Europa".
Él considera que en estos países se observa un "capitalismo prebendario cercano al gobierno" mientras que el pueblo se encuentra "muerto de hambre", por lo que la ideología, al fin y al cabo, para el presidente uruguayo funciona como un "escudo" ya que "la gran mayoría de los que predican esas cosas no viven como predican".
Por otro lado, Lacalle Pou se refirió a la relación entre la Argentina y Uruguay. Aseguró que es necesario "terminar con esa falsa dicotomía de que a uno le tiene que ir bien y al otro mal, con esa lucha de puertos de 200 años".
Respecto a su relación con Alberto Fernández, manifestó que "es buena" y que su objetivo no es pelearse ni criticar a países con los que tiene una buena relación: "Represento a un país, no represento a un partido político ni a una ideología y si yo entro en un ring estoy frito. No vivimos del mal ajeno", aseveró Lacalle Pou.
Finalmente, respecto a la apertura de fronteras de Uruguay, Lacalle Pou reveló que en estos días sostuvo conversaciones para reactivar el ingreso de turistas al país. Según indicó, se está pensando en que "aquellos propietarios extranjeros inmunizados" puedan ingresar al país en la primavera mientras que para fines de esa misma época del año "aquellas personas extrajeras que tengan la inmunización completa" podrían ya visitar Uruguay.
Para concluir, respecto al establecimiento de argentinos en el país vecino, el presidente se mostró abierto a la posibilidad: "A Uruguay le hace falta gente para agrandar el mercado interno y aquí se puede pensar a largo plazo", sostuvo.