PATRICIA VALLI - Subeditora de Economía y Política
Tras la demora en la reglamentación de Ganancias y con la marcha atrás del monotributo, el Gobierno pone en marcha el "operativo clase media" de cara a las elecciones. El equipo económico espera que el alivio de bolsillo, junto con las paritarias y la llegada del aguinaldo, ponga a andar al consumo.
Los últimos datos oficiales del nivel de compras mostraron una baja mensual de casi 9% en supermercados y los datos privados marcan una baja del 7% en comercios, en medio de una inflación que seguirá por arriba del 3%.
Con restricciones más laxas y vuelta de clases, espera que la mejora del humor social se vuelque a las compras en medio de proyecciones de crecimiento de PBI de 6% que lo acercan más al rebote que al crecimiento.
La titular de AFIP, Mercedes Marcó del Pont, anunció la reglamentación de la ley que estiró el mínimo no imponible de Ganancias para la cuarta categoría a $ 150.000. Se esperaba desde fines de abril. La medida volcará $ 40.000 millones a la economía, entre descuentos y reintegros.
A eso se suman los cambios para monotributistas con la ley que se comienza a tratar en Diputados: "unos $ 20.000 millones adicionales para llevar alivio a otro sector de la clase media", según detalló ayer Marcó del Pont.
A eso se suman entre $ 150.000 y 200.000 millones por el aguinaldo, según estimaciones de la CGT. En total, podría rondar un punto de PBI más las cuotas de paritarias que se van desembolsando, aunque sólo permiten recomponer parte de lo perdido contra la inflación. Según calculan los economistas, pese a la promesa oficial, los sueldos volverán a perder contra los precios este año.
"El consumo depende más de la recuperación de los puestos de trabajo y de las restricciones productivas que de una mejora eventual del poder adquisitivo", explica Matías Rajnerman, economista jefe de Ecolatina. "La reactivación de las ventas vendría más por el rebote en el nivel de empleo que en una mejora sostenible del ingreso", agrega. Para la consultora, el consumo crecerá 5,5% este año.
Para Melisa Sala, economista de LCG, "la devolución de Ganancias y la reapertura de paritarias podría sumar algo más de consumo en los próximos meses, pero lo cierto es que ambos casos responden a mejoras en los ingresos de los trabajadores más 'acomodados' de la economía: altos ingresos y en blanco".
El Gobierno apunta a que el esfuerzo fiscal que pone sobre la mesa se vuelque a consumo y "por fuera de lo que es el supermercado", para reactivar ventas de indumentaria, textil, juguetes, muebles, electrodomésticos y electrónicos, entre otros rubros. También para arreglos dentro del hogar. Pero existe el riesgo de que parte de esos pesos extra vayan al dólar.
PRESIÓN AL DÓLAR
"Los riesgos cambiarios son acotados para los próximos meses: el mercado oficial está muy controlado y el Banco Central demostró que puede intervenir en el paralelo si lo considera necesario. Es probable que las divisas sigan calmas, al menos, hasta las elecciones", asegura Rajnerman.
"Si bien es probable que una parte de esta mejora de ingresos se vaya al tipo de cambio, el Central puede reforzar intervenciones si es necesario, calmando las eventuales presiones", advierte el economista de Ecolatina.
"No puede descartarse también una mayor presión sobre los dólares paralelos en la medida que el consumo de estos sectores no cayó tanto como el de los trabajadores más desprotegidos", remarca Sala, que de todas formas anticipa que puede haber nuevos riesgos: "la reapertura de las paritarias podría dar pie a un menor ritmo de desaceleración de la inflación, licuando la mejora de los ingresos".
En el caso del cambio en monotributo, la economista de LCG considera que "no representa más ingreso. Es la vuelta atrás de una medida que castigaba a los contribuyentes".