En el último mes, y más allá del repunte de las últimas dos ruedas, los bonos argentinos en dólares sufrieron importantes retrocesos. Entre el escenario de pánico que se vive en los mercados financieros globales y las incertidumbres propias respecto a la reestructuración de la deuda, los títulos soberanos del país en dólares acumularon caídas del 35% en promedio, lo que provocó que sus paridades lleguen a niveles de 25%. Para analistas del mercado éstos son valores de default, a la vez que representan una buena oportunidad para los fondos buitre, algo que podría complicar la estrategia del Gobierno de cara a la renegociación.
Las paridades de los bonos argentinos se ubican en niveles debajo del 30% lo que implica serias chances de ver algún evento crediticio con la deuda. El Bonar 20 cotiza a paridades de 25% mientras que el Bonar 2024 lo hace con paridad del 28%. El Bonar 2026 opera con una paridad del 27%, similar al Bonar 2046. En el extremo mas largo, el centenario muestra paridades de 26%.
Martin Saud, senior trader de Balanz, señaló que estos niveles de precios de los bonos son precios de default. "Desde Balanz vemos que lo que complica la estrategia no viene por el lado de la oferta que va a hacer el Gobierno, que creemos que va a ser similar a la anterior con posibles modificaciones porque cambian las proyecciones económicas. La complicación mayor con los precios en estos niveles es que estos valores son atractivos para para un avance de los fondos buitres con acumulación de bonos y así bloquear toda reestructuración posible", argumentó.
Desde un banco local coincidieron con Saud al remarcar que los niveles de paridades actuales son ya precios que anticipan un incumplimiento. "El mercado está viendo que las chances de impago son significativas. El riesgo de default no se da solo por cuestiones de decisión política o falta de acuerdo con acreedores sino también por cuestiones de que se dé una caída significativa en la generación de divisas para el pago de los compromisos", señalaron desde la mesa de bonos de la firma.
¿Una sobre-reacción?
Si bien los activos argentinos ya venían arrastrados por la crisis global, el ultimo sell off se dio producto del contexto internacional. Los bonos de mercados emergentes cayeron un 18% en promedio, similar a lo que cayeron los bonos de alto rendimiento (llamados bono junk). Si bien la causa es global, la reacción de los bonos argentinos es aún mayor ya que las perdidas promedian el 35%. El Bonar 20 cae en el mes un 37%, similar al DICA que pierde un 40%. El Bonar 24 retrocedió en un mes un 31%. El Bonar 2037 y el bono centenario pierden un 40% y 36% respectivamente en un mes. Es decir, los bonos argentinos caen casi el doble que los bonos de referencia internacional.
Paula Gándara, head de research de AdCap, destacó que los activos locales se están comportando de una manera más negativa que el resto, aunque se da por un escenario de pánico generalizado a nivel global.
"El tema de la pandemia afectó muy negativamente a los mercados y estamos negociando en valores que no se han visto en muchos años. Por ejemplo, los bonos brasileros pasaron de u$s 140 a u$s 95, con sus tasas pasando del 3% al 5%. En general los países de mejor crédito en el mundo han visto muchas subas de sus tasas y no es un evento que solo le pasa a Argentina, que si bien esta sobre-reaccionando, cae en línea con los demás", explicó Gándara.
La especialista remarca, además, que la Argentina ya venia de una situación muy complicada y esto la complica aún mas. "Hay potencial riesgo de cambio de manos, que (los bonos) vayan desde los tenedores de fondos hacia fondos buitre. Creo que ese cambio de manos aún no se dio a gran escala porque quizá esos fondos no están tan focalizados en Argentina. Creo que si hoy viéramos que Argentina cotiza en niveles de u$s 25 y el resto del mundo se mantiene firme, podríamos decir que son precios de default, aunque dado el contexto, vemos que los activos locales están reaccionando más negativamente que el resto a una situación internacional. Esperamos que el gobierno pueda presentar una oferta aunque no tenga hoy el foco de los inversores", comentó.
Las causas de la caída son claras y se gatillan por la crisis del coronavirus. De todos modos, el hecho de que Argentina haya estado inmersa en un proceso de reestructuración previo a que se desate esta crisis complica todavía más las perspectivas del país hacia adelante.
En cuanto a los impactos a nivel local, Nicolás Max, director de Asset Management de Criteria, agrega que este contexto "complica al proceso de reestructuración de deuda ya que la misma esta pautada justo para el mismo momento en que la crisis del coronavirus está haciendo un pico". Y al respecto, sumó: "De corto plazo, la exit yield que se exigiría a Argentina es más alta respecto de lo que era hace un mes. De largo plazo hay problemas más graves que hacen que, desde el punto de vista de las cuentas externas, sean también malas noticias la caída del petróleo y la soja que hacen que el país tenga menos posibilidad de conseguir dólares, sumado a que una recesión global haría que se demanden menos exportaciones de nuestro país".