Saldada la primera etapa electoral, y con el Presupuesto 2022 ingresando mañana mismo a la Cámara de Diputados, Sergio Massa tiene una ardua tarea por delante: el presidente de la Cámara baja deberá acercar posiciones para que el proyecto oficial reciba luz verde con amplio consenso tras la derrota que sufrió el oficialismo a nivel país. Agitar las aguas en el Congreso en plena negociación con el FMI no es una opción.
Acuerdo con la oposición en materia económica es una señal clave que deberá dar el oficialismo si quiere cerrar las negociaciones con el Fondo Monetario que, dicho sea de paso y por decisión del propio Alberto Fernández, también deberá contar con el aval del Poder Legislativo. Fue con esa ley que el Frente de Todos buscó diferenciarse del macrismo, que se endeudó de espaldas al Congreso.
Para ambos casos, Massa deberá contar con cintura suficiente para que el debate no agite las aguas y a la vez evitar que el recinto se preste como escenario para que la principal bancada opositora, Juntos por el Cambio, haga campaña de cara a los comicios de noviembre.
Ante un contexto tan delicado, y en el que Diputados ni siquiera renovó el protocolo para sesionar en pandemia, la agenda de la Cámara baja sigue siendo una incógnita.
Más allá de estas dos iniciativas, no hay una hoja de ruta clara sobre los proyectos que intentará sacar el tigrense en los próximos días. Por caso, ya están listas para ser tratadas en el recinto la Ley Ovina y la Ley de Etiquetado Frontal de Alimentos. Son dos iniciativas que no deberían reavivar la grieta y que vienen siendo reclamadas por diferentes actores involucrados. Pero ayer, el tigrense sacó de la galera, durante un acto con el Presidente, una iniciativa que busca crear cinco universidades en la Provincia.