En medio del aumento de la inseguridad alimentaria por la suba de los precios de los productos básicos, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Organización Mundial del Comercio (OMC) emitieron un comunicado conjunto para reclamar "una acción urgente continua para abordar la crisis mundial de seguridad alimentaria y nutricional" que incluye un reclamo a los países por la prohibición de exportaciones y los impuestos y subsidios que distorsionan el comercio.
Si bien el documento no nombra a las retenciones, menciona la facilitación del comercio y apunta directamente contra "las prohibiciones a la exportación" de alimentos. En la Argentina, las ventas de 7 cortes de carne vacuna están prohibidas para asegurar el abastecimiento del mercado interno con cortes populares.
El impacto de la inflación y las restricciones puede generar un problema de hambruna a nivel mundial, aseguran los organismos. Según el Programa Mundial de Alimentos (WFP, en inglés), 349 millones de personas en 79 países padecen inseguridad alimentaria aguda.
"La prevalencia de la desnutrición también va en aumento, luego de tres años de deterioro. Se espera que esta situación empeore, y se prevé que los suministros mundiales de alimentos caigan a un mínimo de tres años en 2022/2023", detalló el comunicado.
"Para evitar que empeore la crisis de seguridad alimentaria y nutricional, se requieren más acciones urgentes para rescatar los focos de hambre, facilitar el comercio, mejorar el funcionamiento de los mercados y fortalecer el papel del sector privado, y reformar y reorientar los subsidios dañinos con una focalización cuidadosa y eficiencia", sostiene el comunicado, algo que también afecta a prácticas en los países desarrollados, como la UE donde persisten los subsidios.
DISTORSIONES COMERCIALES
En ese sentido también indicaron que se deben "minimizar las distorsiones comerciales, fortalecer la provisión de bienes públicos y permitir que el sector privado contribuya significativamente a mejorar los resultados de la seguridad alimentaria".
Allí citan "las restricciones a la exportación, que pueden impedir el acceso a los alimentos a los consumidores pobres en los países importadores de alimentos de bajos ingresos"; apoyar las medidas de facilitación del comercio, para mejorar la disponibilidad de alimentos y fertilizantes, y la financiación del comercio de manera transparente y no discriminatoria".