Los argentinos saben mucho de inflación. Conocen perfectamente cómo la suba de los precios le resta poder adquisitivo. Pero cuando se les pregunta sobre aspectos de inversión un poco más complejos, como cálculo de interés y cálculo de retorno, los habitantes del país se encuentran por debajo del promedio de los países del G20.
En materia de educación financiera, Argentina se encuentra en el puesto 37 de un ránking internacional que incluye a 39 países.
Con esto en mente, las autoridades salientes del Ministerio de Hacienda diseñaron un plan nacional de educación financiera, que tendría vigencia por los próximos cuatro años. El programa fue presentado por la Secretaría de Finanzas, y su titular, Santiago Bausili, afirmó: "La agenda de inclusión financiera debe ser una política de Estado, y por lo tanto debiera seguir desarrollándose en forma continua más allá del alineamiento político de la administración del gobierno".
Con la mirada puesta en el mediano plazo, el plan propone que la educación financiera se incluya en la currícula de las escuelas secundarias. También plantea la necesidad de incentivar la planificación financiera y el ahorro, y de desarrollar campañas para difundir instrumentos financieros apropiados para individuos y empresas. Para estos objetivos, el plan delega las tareas en los distintos organismos de gobierno que pueden resultar idóneos: por ejemplo, el Ministerio de Educación, la Anses, el Banco Central y el Ministerio de Hacienda, entre otras dependencias gubernamentales.
La idea es que los jóvenes terminen el secundario con conocimientos básicos sobre el sistema tributario y financiero, que les permita planificar su futura organización familiar.
La formación financiera dentro de la educación oficial es un reclamo que lleva años. Para poder avanzar en ese sentido, el programa presentado propone "desarrollar contenido de educación tributaria y financiera con orientaciones didácticas y sugerencias de evaluación que permitan a los docentes ofrecer dichas herramientas con el fin de mejorar las capacidades financieras de jóvenes que estén en la etapa de enseñanza superior".
Al mismo tiempo, diseñaron una manera de medir el éxito de estos objetivos. Por ejemplo, una de ellas será participar con esta nueva currícula en las pruebas estandarizadas internacionales, como por ejemplo las pruebas PISA. Además, se monitoreará la cantidad de docentes de todo el país que participen en estas nuevas capacitaciones.
En el documento, se repasan también los logros alcanzados en esta materia en los últimos cuatro años de gestión. En este periodo, con distintos programas, fueron capacitados más de 170.000 argentinos en las distintas latitudes del país.