TOMAS CARRIO
El ex presidente del Banco Central (BCRA) Guido Sandleris apuntó contra la decisión del Directorio de la entidad de permitir a los bancos a que computen bonos del Tesoro como encajes. A través de un hilo publicado en su cuenta de Twitter, expresó que la medida "pone en peligro uno de los pocos consensos importantes que se habían alcanzado en lo que hace a política económica: la regulación prudencial del sistema bancario".
Sandleris, quien presidió el Central entre septiembre de 2018 y diciembre de 2019, argumentó que la determinación "abrió las puertas para que los bancos aumenten fuertemente la cantidad de títulos públicos en sus carteras". Si lo hicieran, alertó, "la próxima crisis de deuda traerá de la mano una crisis bancaria".
El ex titular de la autoridad monetaria recordó que después de la crisis del 2001 el Banco Central había establecido una serie de regulaciones tendientes a limitar la exposición de los bancos al sector público. Con esa medida, dijo, se buscó "impedir que un default del gobierno se convierta en una crisis bancaria".
"Con poca deuda pública en la cartera de los bancos, un default no representa una amenaza para los depósitos de la gente", explicó al respecto
Sandleris recordó también la decisión de dividir al sistema bancario en dos segmentos, dólares y pesos, casi totalmente aislados. "Aislar los segmentos de pesos y dólares del sistema bancario tiene como principal objetivo evitar que el descalce de monedas entre depósitos y créditos impida a los bancos devolver los depósitos ante una súbita devaluación", indicó.
"En los últimos veinte años, sin importar quién estuviera en el gobierno, todos los presidentes del BCRA hemos mantenido estas regulaciones prudenciales que han permitido que transitemos los defaults que hubo desde 2001 sin crisis bancarias", disparó el ex presidente del Central.
Por último, se lamentó por la medida anunciada ayer a través de la Comunicación A 7290 ya que "históricamente la Argentina ha tenido dificultades para lograr acuerdos básicos para el funcionamiento de su economía". Es que según consideró, "romper con el consenso alcanzado en regulación prudencial del sistema bancario, para reducir en el margen el costo de financiamiento del gobierno, es una mala señal".