La Argentina empezará a pagar dentro de menos de un mes la deuda que reestructuró el propio ministro de Economía, Martín Guzmán, hace ya 10 meses, aún sin haber alcanzado hasta el momento un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que se esperaba originalmente que ya estuviera cerrado para esta etapa del año.
El próximo 9 de julio vencerá la primera cuota de intereses de una serie de bonos emitidos en 2020.
Será por u$s 155 millones, de los cuales u$s 111 millones corresponden a los títulos bajo ley extranjera (los Globales GD29, GD30, GD35, GD38, GD41 y GD46, todos ellos en dólares; y los (GE29, GE30, GE35, GE38, GE41 y GE46, en euros); mientras que el resto surgieron de la reestructuración de instrumentos con ley argentina.
Desde septiembre del año pasado, estos títulos devengaron un interés anual de 0,125%, según lo acordado con los tres grupos de acreedores que protagonizaron las negociaciones desde abril de 2020 y que se encaminaron en agosto. Y después del 9 de julio, el rendimiento trepará a 0,5%.
Por otro lado, el mes que viene también expirarán capital e intereses por u$s 350 millones de créditos con organismos multilaterales y préstamos bilaterales.
La reestructuración tuvo un amplio apoyo, tanto de los acreedores externos (BlackRock, Ashmore, Fidelity, y Monarch, entre otros) como de aquellos con tenencias de legislación local (Pimco y Templeton).
Sin embargo, el precio de salida de los bonos, de u$s 54,80 efectivo por cada u$s 100 de valor nominal, se desplomó en pocos meses por debajo de los u$s 35, con el riesgo país que llegó a superar los 1600 puntos básicos.
Ahora, los vencimientos del mes que viene caerán en medio de un rally de bonos y acciones argentinas, y el entusiasmo de los inversores de que no habrá un colapso económico, al menos antes de las elecciones legislativas de noviembre.
La agenda externa del ministro está concentrada en lograr que el Club de París acepte prolongar el vencimiento del remanente de u$s 2434 millones, aunque no hay señales de que el FMI vaya a enviar una misión a Buenos Aires en las próximas semanas para fiscalizar las cuentas públicas y efectuar la revisión del Artículo 4.
Por otro lado, la gran apuesta del equipo económico es expandir el mercado local de capitales con colocaciones de deuda en pesos. En julio caducan $ 475.000 millones y antes de las PASO, un total de $ 1,2 billón.