Tras el "puente de tiempo" con el Club de París, el foco pasa a la negociación con el FMI. El ministro de Economía, Martín Guzmán, al anunciar el nuevo plazo del 31 de marzo de 2022 para renegociar la deuda con los acreedores bilaterales, aseguró que no se trata de una fecha límite para el nuevo programa con el organismo.
Y si bien las negociaciones con el prestamista de última instancia se dilataron, los especialistas aseguran que debe haber señales antes de esa fecha. En septiembre vencen u$s 1.840 millones con el FMI y otro tanto en diciembre.
En total, son unos u$s 3.600 millones que el Gobierno deberá pagar para no entrar en default si es que no hubo acuerdo hasta entonces. Con las elecciones en noviembre, que se llegue a un acuerdo antes es poco probable, salvo que se trate de un compromiso "light" para después cerrar la letra chica.
"El Club es mucho más flexible. El FMI tiene una estructura legal que se tiene que aplicar a todos sus 189 miembros. No hay posibilidad de negociar un pago parcial", aseguró el ex representante ante el FMI, Héctor Torres, quien como alternativa planteó la posibilidad de un "acuerdo corto" o "light" al estilo de Roberto Lavagna en 2003.
Para evitar el default si la negociación se extiende, Argentina tiene que pagar. Y para cubrir esos vencimientos, puede disponer de los derechos especiales de giro (DEG) que se distribuirán a fines de agosto.
Llegarán u$s 4.353 millones pero la presión para no usarlos en los pagos al Fondo es interna: el kirchnerismo, a través de Oscar Parrilli, el ex secretario general de Cristina Fernández, presentó un proyecto para que los DEG no se apliquen al pago de deuda. Si bien es no vinculante, el mensaje interno es claro.
"Postergación no puede haber. Para eso tienen que pagar con los DEG. Un escenario de tironeos hasta llegar al borde del default no es descartable", planteó Torres. El ex director para América Latina del FMI, Claudio Loser, señaló: "el Fondo no admite pagos parciales".
En el Gobierno reiteran que prefieren un buen acuerdo a uno rápido y aseguran que Kristalina Georgieva está "muy encima de la negociación".
"El acuerdo para la postergación es una confirmación de que el acuerdo con el FMI no se encuentra cercano en el tiempo", analizó ACM, la consultora de Javier Alvaredo. "No se espera una resolución para antes de las elecciones de medio término debido al impacto en el electorado de las condicionalidades del acuerdo, como también por el conflicto hacia dentro de la coalición oficialista".
"No existe un consenso claro acerca de qué debería implicar un acuerdo con el FMI en el programa económico, la velocidad de la convergencia fiscal y la estructura del acuerdo", advirtieron los economistas.
Tras la reunión de gabinete económico en Casa de Gobierno, Guzmán detalló que el pago a cuenta de u$s 430 millones que se aplicará al capital, se pagará en dos partes: una el 31 de julio próximo y la otra el 28 de febrero de 2022. Los u$s 2000 millones de saldo se renegociarán antes del deadline acordado junto con los intereses.