Si tomamos un valor promedio de esas NO-ventas en torno a los $ 25 millones por unidad, tenemos una merma de unos US$ 1.000 millones en el primer trimestre. Así es: $ 912.000 millones de los nuestros que no se repartirán en la cadena de valor que inicia la terminal (con mucho derrame a proveedores) y avanza hacia el concesionario, incluyendo las jugosas tajadas que se sirven los distintos niveles del Estado.
"Más allá de que marzo finaliza con dos días hábiles menos, estas cifras indican que claramente tenemos un nuevo mercado, de oferta, en el que los concesionarios debemos ir en busca de los clientes que han tenido un deterioro en su poder adquisitivo”, analiza Sebastián Beato, presidente de ACARA.
“De todas formas -prosigue-, hay algunos aspectos que son positivos y que nos dan la pauta que la tendencia puede empezar a cambiar en el corto plazo: la estabilidad cambiaria, la aparición de líneas de financiamiento convenientes por parte de las terminales y algunos bancos y la desaceleración de la inflación”.
Quiénes ceden menos
De las 10 primeras marcas en ventas, una solo -Jeep- vendió este trimestre más que el respectivo del 2023. La marca de Stellantis -lejos de caer- sube 26%.
Ya en números rojos, caen menos que la media de 30% Citroen (-13%) y Volkswagen (-14%).
Por arriba de la caída de mercado están Chevrolet (-49%), Toyota (-39%) y Fiat (-35%), siempre tomando solo las 10 primeras marcas en ventas.
Posiblemente reflejando la estabilidad del dólar y la flexibilización del comercio exterior, sorprende el crecimiento interanual de RAM (otra marca de Stellantis) con casi 500% de crecimiento en ventas y BMW que se expande 91% en el acumulado del trimestre.
¡¿Qué pasó, Tito?!
Raro los números de Coradir, el fabricante que desde San Luis pone en mercado los vehículos eléctricos Tito y Tita: patentó sólo 4 unidades en marzo cuando venía de un ritmo en torno 30 / 40 mensuales.