La idea de negocio se la presenta una amiga que la había visto en España en las cuentas www.quiquilo.es y www.percentil.es. La primera, de ropa usada de primeras marcas para niños, y la segunda con el mismo concepto pero para toda la familia, las dos con la particularidad de ser de venta exclusivamente online. En estas cuentas se puede encontrar ropa un 85% más barata y marcas como: Zara, Desigual, Mango, HyM e incluso de grandes (y carísimos) diseñadores como Ted Lapidus, Christian Dior y Custo Barcelona entre otros.
Con este concepto en mente y la ropa que ya no usaban sus hijos como inventario inicial, comienzan a esbozar: “Carrusel”, una tienda de ropa usada exclusivamente para chicos de entre 0 y 14 años donde se pueden encontrar primeras marcas como: Carter´s, Mimo, Little Akiabara, Paula Cahen D’anvers, Baby Cottons, etc.
“Comenzamos con el negocio en Carlos Paz y una cuenta en facebook a la que subíamos álbumes de fotos con la ropa. Luego el boca en boca se empezó a expandir y comenzamos a recibir ropa de amigos y terceros”, cuenta Valeria Petri sobre los inicios de Carrusel, que hoy continúa sola, ya que su socia se mudó a Tierra del Fuego por una propuesta laboral.
El sistema es muy simple: la proveedora lleva la ropa y esta es seleccionada por Valeria bajo parámetros muy estrictos de calidad y selección, ya que solo se aceptan artículos con las etiquetas cosidas a la prenda, sin manchas, bolitas, roturas o enganches. Si las prendas sirven, se abre una cuenta de proveedora que las da en consignación. Las comisiones recibidas posventa se pueden canjear por ropa o por dinero.
Hace un par de años Carrusel se instala en Córdoba, cerca de Valle Escondido, ya que la mayoría de sus mejores proveedoras viven en la zona. “Tenemos proveedoras que viajan como mínimo una vez al año afuera y seguro algún otro pariente que también, así que nos traen mucha ropa de marcas extranjeras o nacionales que son muy caras”, explica Petri.
El boom de Carrusel se da en el invierno de 2019 cuando tocó realizar el recambio de temporada, “pasé de tener 400 prendas de verano en 2018 a tener 4.000 al siguiente”, comenta con sorpresa Valeria. Actualmente el stock de prendas y artículos ronda las 6.000 unidades entre: ropa, calzado y accesorios.
En el mes de marzo Carrusel se mudó a un local más grande en Av.Gandhi 85, y si bien la cuarentena frenó totalmente la actividad en un principio, acaban de estrenar su sitio web que permite la venta online www.carruselropita.com.ar, y una intranet para control del stock y ventas, donde cada una de las cerca de 300 proveedoras puede ver los movimientos de su cuenta.
Pero no solamente es la excelencia en la elección de las prendas de Carrusel lo que les da un valor agregado, sino que detrás de este modelo de negocio hay un interés por fomentar la reutilización de las prendas, “notamos que muchas de nuestras clientas podrían comprar ropa nueva, pero no lo hacen porque comparten esta filosofía de consumo responsable y de usar lo usado por otros porque lo ven como una contribución al planeta”, reflexiona Petri.
Justamente uno de los pasos a seguir para reforzar este concepto, es incorporar a la venta productos ecológicos: “Quiero agregar productos como juguetes hechos con materiales reciclados, cepillos de dientes de bambú y pañales ecológicos porque considero que apuntan al público con el que trabajamos y refleja esta línea de pensamiento, la cual no solo fomentamos desde el negocio sino que aplicamos a nuestra propia vida”, comenta.
Este modelo de negocios de tiendas de primeras marcas y segunda mano, crece año tras año y llegó para quedarse. No solo porque permite el acceso a grandes marcas a las que de otra manera muchos de los clientes que la consumen no podrían pagarlas sino porque -por suerte- también hay otra parte de la población mundial que va tomando conciencia del desgaste que significa para el planeta el “fast fashion” y que pos pandemia quizás también se replantee nuevos desafíos.