“En esta esquina, con casi dos metros de altura y más de 100 kilos, el defensor del título. El terror de los periodistas y el tormento de los inmigrantes: Donald ¡“The Don” Trump! Del otro lado del cuadrilátero el desafiante: tras 4 años de ausencia regresa de su retiro a terminar lo que, una vez, empezó de la mano de Barack. Asegura que no tendrá piedad, ni nada de “slow” o “sleepy”: ¡Joe Biden!”.
Así nos podríamos imaginar la presentación de las elecciones que hoy se realizan en Estados Unidos, si el despacho oval se definiera en el Madison Square Garden y no en las urnas. Ojo, la realidad tiene muy poco para envidiarle a esta ficción: la disputa por el ejecutivo norteamericano siempre está repleta de emociones, sobre todo cuando el proceso está rodeado de tanta incógnitas.
¿Quién se queda con el sillón? Y quizás más importante aún, ¿en qué nos afecta? Sobre esto hablamos con José Moyano, licenciado en Relaciones Institucionales y co-fundador de Córdoba Global (Centro de Estudios Internacionales). A continuación, su visión.
4 años de aislacionismo: el legado de Herbert Trump (o Donald Hoover)
Entre los múltiples cambios que introdujo Trump desde su llegada a la Casa Blanca, Moyano destaca su impacto en materia de política internacional.
“Trump rompió con un paradigma que incluía tanto a gobiernos republicanos como demócratas desde la caída del muro; se opuso al multilateralismo y a las políticas intervencionistas para centrarse en Estados Unidos. De ahí su lema, `America First”.
Según el especialista, esto se ve claro en la salida del gigante norteamericano en el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP). “Trump buscó darle respuestas concretas a los ciudadanos que se vieron fuertemente afectados por la crisis del 2008; se propuso recuperar las fuentes de empleo que se perdieron en aquella época. Cerró la economía con barreras arancelarias, e impulsó la industria interna para generar más puestos de trabajo”. En ese sentido, Moyano compara a Trump con el ex-presidente Herbert Hoover, quien supo encarnar el mejor ejemplo del aislacionismo norteamericano de la década del ´20.
En latinoamérica (Argentina incluida), esto abrió la vía para que China se terminará de consolidar como principal aliado comercial de la región. El experto en materia internacional adelanta que aún se desconocen las consecuencias que puede acarrear este fenómeno: “En general, siempre que una potencia se involucra en la esfera de influencia de otra, genera tensiones. Pero en este caso, China no está mostrando signos de un intervencionismo armado en América Latina, por lo que no hay certezas sobre lo que puede ocurrir”.
Para Moyano, no caben dudas: de ser reelegido, Trump buscará profundizar este modelo. Pero, ¿qué pasa si el candidato demócrata se condecora como 46° presidente de EE.UU.? “Es más difícil saber” afirma: “Biden es parte del establishment político que impulsó el multilateralismo, pero quizás la puerta que abrió Trump en 2016 no pueda volver a cerrarse”.
¿Y el conflicto con el FMI?
Argentina necesita llegar a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, y no hay dudas de que el “visto bueno” de “Norteamérica” es requisito indispensable para que eso suceda.
Pero, ¿nos favorece un recambio o la relección? -preguntamos.
“No creo que sea muy trascendente -dice Moyano- pienso que lo que va a definir ese conflicto van a ser las decisiones internas del gobierno argentino. Dentro del Frente de Todos veo dos corrientes muy marcadas: la de la vicepresidenta Cristina Fernandez de Kirchner, y la del presidente de la cámara de Diputados, Sergio Massa”. Discusión para otro capítulo…
La pregunta del millón: ¿quién se queda con el cinturón?
Moyano no se anima a predecir los resultados, pero adelanta dos puntos que serán cruciales a la hora de realizar el recuento.
Por un lado, Texas y Florida serán territorios claves: el primero es el bastión más importante de los republicanos. El segundo, uno de los “switching states” más relevantes (tan así, que ha sido definitorio en todas las elecciones desde aquella histórica encrucijada entre Bush -hijo- y Al Gore).
Además, queda por ver el impacto de las estrategias comunicacionales de los dos rivales: mientras Biden buscó fortalecerse en el voto de las minorías (principalmente la afroamericana y LGBT), Trump volvió a apuntar a la recuperación de empleos como principal promesa (algo que comprende a un colectivo más heterogéneo). ¿Y los latinos? Ambas partes se disputan a este grupo, cuya decisión aún es un misterio.
Y a vos, ¿qué te dice tu pálpito?,¿habrá knock out esta noche, o fallo por puntos que estire la incertidumbre un par de días? Contanos acá.