Me enteré de Hospital Virtual por InfoNegocios. De verdad: la nota la hizo Julieta Romanazzi la semana pasada y me pareció interesante la agregación de conceptos: pensar en hospital (no solo en un médico), que sea 100% virtual (y no físico con atención virtual) y que la iniciativa naciera de Córdoba, cuna de grandes centros médicos como el Allende o el Privado.
El "onboarding" en el sistema fue sencillo, pero podría mejorar aún un poco más la UX (user experience, en la jerga) para llegar a 9 puntos. Datos personales y datos de obra social (para recetas). Sin datos de tarjeta de crédito, porque pagás la consulta vía Mercado Pago.
En la plataforma busqué traumatología y me aparecieron tres opciones. Lo admito: elegí el (la) médico que cobraba menores honorarios porque era mi primer experiencia y porque para estas herramientas me parecía mejor probar con alguien joven. Claro que antes leí su CV y me dejó más que tranquilo su experiencia en el Italiano de Buenos Aires y sus capacitaciones en Madrid.
Ahí empezaron las "fricciones", término con el que en la jerga de la UX se denomina a esos pasos que hacen menos rápido y placentero el "viaje" del cliente hacia el "producto". La Dra. no tenía turnos disponibles abiertos, pero el sistema me ofrecía pedir que los abra. Eso hice y me fui del sitio.
Al día siguiente, el sistema me avisa que "mi doctora" ya había subido turnos y entonces sí elegí el miércoles 29 a las 9 para "ir" a verla.
Llegué dos minutos tarde, una vez que recuperé mi contraseña, "roce" habitual en estos procesos (había hecho el alta en el Chrome de mi desktop y al usar el teléfono para la "visita" -por la cámara y los auriculares- perdí el logueo). Superado el trámite, el sistema me invitó a la "sala de espera" y me sentí auténticamente ahí: sentado (en mi casa), hojeando el diario y con la pantalla activa esperando que me llamaran. No pasé de la tapa, porque a los dos minutos apareció la Dra. Ángeles CG del otro lado y ya estaba "en su consultorio".
En el "cara a cara" todo fue muy similar a las videollamadas que hacemos por trabajo, con "la doc" preguntando, yo contando y haciéndome hacer algunos movimientos que le iban ajustando el diagnóstico: tendinitis del manguito rotador, una inflamación que debería ceder en un par de días aplicando hielo, tomando paracetamol y haciendo unos ejercicios de elongación que me manda por mail.
(“El manguito de los rotadores es un término anatómico aplicado al conjunto de músculos y tendones que proporcionan estabilidad al hombro”, leo en Wikipedia).
Todo el proceso no debe haber durado más de 15 minutos, una cuarta parte de lo que me hubiera supuesto ir al Allende del Cerro (ni loco voy ahora con COVID-19) y las indicaciones me llegaron por mail (queda copia en la plataforma), escritas con letra de molde:
- Realizar ejercicios de fisioterapia que enviaré por mail
- Paracetamol vía oral 500mg, 1 comprimido cada 8 hs por tres días, (luego cada 12 si el dolor va disminuyendo)
- Frío local, 10 minutos, 4 a 5 veces por día.
En mi mailera ya tengo los ejercicios propuestos, con dibujitos y todo.
La semana que viene, si no mejoro, volveré a "ver" a "mi doc" Ángeles y en ese caso -me anticipó- deberíamos hacer algún estudio por imágenes.
Mi diagnóstico
Sí, soy un entusiasta de las tecnologías y los procesos que optimizan tiempos. Tomando eso en cuenta, mi resumen es que esta visita al Hospital Virtual me encantó. Soy de procrastinar estos turnos hasta que el dolor no me deja en paz o me impide jugar, así que feliz por dar este paso.
El desarrollo (no opino desde lo técnico, aunque se lo ve robusto) está entre bueno y muy bueno para el usuario, con detalles por mejorar (aunque espero que no pierda la simpleza).
Queda por resolver (¡y no menor!) que las obras sociales acepten como “acto médico” esta intervención, cosa que -al menos con Osde- no sucede.
Mi consejo: si tienen algún turno pendiente de alguna dolencia no crítica, no dejen de hacer la prueba. Vale la pena pensar en "salir de la caja" y de la lógica de llamar para pedir un turno, tomar el auto, taxi o transporte, meterse en un edificio, esperar, ser atendido y salir con un papelito garrapateado y -muchas veces- olvidando las recomendaciones. Acá queda todo por escrito bien claro.
Veremos si mi hombro mejora.