Hagamos cuentas de almacenero que son -al fin y al cabo- las más fáciles de entender:
- En un año (la pandemia ya lleva eso), se registraron en la provincia de Córdoba 3.000 muertes certificadas a causa de COVID.
- Paralelamente, en ese período hubo un exceso de mortalidad de 3.500 personas, es decir, en el año de pandemia hubo 3.500 muertes "adicionales" a la estadística del año anterior (algo que concuerda con las muertes por COVID).
- En dos meses y medio de 2021 (enero, febrero y mitad de marzo), en la provincia se registraron 5.687 nacimientos, contra 7.081 del mismo período del 2020 (bebés "encargados" antes que se conociera del COVID). Esto es, casi 1.400 niños menos.
- Si proyectamos estos resultados a todo el 2021, serían entre 6.000 y 7.000 nacimientos menos en Córdoba por el miedo que el COVID generó en la gente y el impacto que causó en la economía (no se perciben otras variables significativas por las cuales las parejas hayan postergado o cancelado sus planes de tener hijos en este período).
- Con los datos que tenemos hoy, entonces, es muy probable que "falten" 9.000 a 10.000 cordobeses: 3.000 / 3.500 (en su mayoría adultos mayores) muertos a causa de los efectos del COVID y otros 7.000 / 6.500 que no nacerán por el temor de sus padres a los destrozos económicos y anímicos que deja la infodemia de COVID.
Venía un tsunami a Mar del Plata y evacuamos hasta La Pampa
Mi mirada -desde las primeras estadísticas de los efectos de la pandemia en la población y la economía- es que la humanidad toda (gobiernos y medios como principales responsables) tuvieron una importante sobrerreacción (overshooting).
Esto no minimiza el impacto y la gravedad de la pandemia, sino que pone el foco en la exageración de las medidas que se tomaron.
Es como si hubiera un alerta en Mar del Plata por la llegada del tsunami más importante en varios siglos; lo lógico sería evacuar la ciudad, la zona e ir hasta... ¿50 kilómetros de distancia de la costa? Bueno, lo que hizo el mundo en general fue -en esta figura- evacuar toda la provincia de Buenos Aires, afectando vidas y actividades que no iban a ser realmente impactadas por el tsunami.
Claro, todo esto es muy fácil de decir con el "diario de lunes" y es lógico que los políticos tiendan a "sobre cuidar" las potenciales vidaS en peligro, porque una foto de una terapia intensiva rebalsada es mucho más impactante en sus votantes que un 9,9% de caída en el PBI y su futura consecuencia en calidad y expectativa de vida (o nacimientos).
Resumiendo para los que llegaron a estas últimas líneas: 3.000 cordobeses murieron en un año por COVID. 6.000 no nacerían este 2021 (cifras proyectadas) por el miedo al COVID y el impacto de la ASPO en la vida cotidiana. El miedo al virus es más potente que el virus.