Nancy Gallo es doctora en Derecho y pionera en Argentina y Latinoamérica de la abogacía védica, un modelo de negociación eficaz que busca para evitar el conflicto o que el existente no se propague.
Además, se basa en entrenar a la mente como una forma de cambiar la percepción de las cosas. ¿Cómo? Por ejemplo a través de técnicas neurofisiológicas como las que brinda el médico cordobés Sergio Lais-Suárez, que permite avivar todo el potencial de la inteligencia creativa. Se trata de un proceso simple y natural que involucra el progresivo refinamiento del sistema nervioso.
Este tipo de abogacía capta el potencial oculto que existe en cada persona, basándose en biotopos de ayurveda, antigua medicina india reconocida formalmente por la Organización Mundial de la Salud. “Cada biotipo enfrenta de manera muy distinta los estímulos externos y hacen que la persona tenga un estilo particular de funcionamiento mental y físico donde gobiernan funciones psicológicas responsables de emociones tanto positivas como negativas”, describe Gallo.
-¿En qué se diferencia la abogacía védica de la convencional?
Además de resolver el conflicto, se apunta a expandir el nivel de conciencia de las personas y, cuando esto ocurre, la percepción que tenemos de las cosas cambia.
-Y las situaciones se ven distintas…
-Así es. Por eso, si nuestra percepción se encuentra eclipsada por estrés, fallos en la comunicación y creencias limitantes se hará mucho más difícil resolver las problemáticas. Todo esto no es tenido en cuenta en la abogacía tradicional.
-¿Cómo trabaja el abogado védico?
-Tomamos en consideración tres componentes: el conocedor; el proceso de conocer y el objeto de conocimiento (en este caso el conflicto), mientras que el abogado tradicional profundiza solo en el conflicto y lo resuelve encauzándolo en normas.
-O sea que va más allá de las “leyes escritas”…
-Es que la realidad social es más que códigos y leyes, y corresponde a un estado de conciencia. Por ello, para la concepción védica, la base de todas las leyes es el conocimiento del ser; conocimiento que se aleja de la racionalización y formalismos del Derecho occidental.
-¿Por qué cree que nuestra Justicia está colapsada?
-Podemos ser grandes juristas aplicando las normas pero si no tenemos en cuenta que estamos tratando con individuos, toda justicia fallará, por eso hay juicios que duran años, con un desgaste tremendo a todo nivel y una sociedad colmada de violencia. Se necesita un cambio para resolver los conflictos desde otro paradigma.
-¿Usted ejerce esta abogacía en Argentina?
-Sí. Me dedico a asesorar al cliente con otra visión para poder lograr acuerdos pacíficos y sin violencia. Y con muy buenos resultados.
-Cuando le propone esto a un cliente, ¿qué le dice?
-Algunos se entusiasman, otros quedan reflexivos y otros se aferran a lo tradicional, ya que lo conocido da seguridad. Al final del proceso suelen expresar que les cambió la vida y que ven las cosas diferentes. Hay mayor satisfacción personal y plenitud interior.
-¿Cuál es el prejuicio más generalizado ante esta propuesta legal?
-Quizás pensar que no estamos en Oriente y que acá todo es distinto... pero en verdad, se trata de un temor a lo que no es conocido.
Cómo saber más
En marzo de 2020 la UAI (Universidad Abierta Interamericana) dictará la Diplomatura Universitaria en Negociación y Resolución Pacífica de Conflictos desde la Abogacía Védica.