El sistema se basa en las Prensas 3 C que compactan los residuos plásticos. Los grandes bloques se encastran después en estructuras de columnas de madera, de una manera rápida y eficiente para formar los “Muros 3C”. Luego se revocan o cubren como cualquier terminación tradicional, con lo cual el aspecto final de la construcción es idéntico a los otros métodos tradicionales.
Además de ser sustentable y ecológico porque no utiliza agua ni energía para su creación, este sistema es más económico que el tradicional. El metro cuadrado cuesta $ 35.000, es decir que una casa de 100 metros cuadrados sale unos $ 3.500.000.
También genera empleo sustentable en los sectores más vulnerables, logrando ciudades mejor entramadas socialmente. “Producimos un tercio de la huella de carbono de los sistemas tradicionales en el proceso. Y las construcciones consumen un tercio de la energía que las tradicionales usan para su climatización”, compara Recalde.
Los tiempos de construcción con esta tecnología también son menores que los sistemas tradicionales (aproximadamente en un tercio del tiempo). “Y como prácticamente no se incluyen commodities en la base del sistema, nuestros costos no están tan atados a las variaciones del dólar o de la inflación”, advierte Lucas.
En la mayoría de los estándares respecto a resistencia ignífuga, antisísmica y de coeficiente térmico califican en las pruebas en INTI a los niveles exigidos en Europa, y en la mayoría de los casos con rendimientos mejores a los materiales tradicionales.
Expansión y Alianzas
En la provincia de Córdoba están implementando plantas en seis municipios (La Para, Unquillo, Salsipuedes, Colonia Caroya, El Arañado y Villa de Soto), y trabajan con tres organizaciones: Yayaicú, La Morera y Capilla de Lourdes.
A nivel nacional avanzan proyectos en Mendoza, Salta, Tucumán, Formosa y Buenos Aires. Y afuera del país están gestando una primera planta 3C en Camerún. Trabajan en alianzas con siete universidades: UNSAM, UNQUI, Universidad Siglo 21, Universidad Nacional Villa María, Universidad Católica de Córdoba, Universidad Nacional de Córdoba y Universidad Blas Pascal. Además están estableciendo convenios de colaboración con grandes empresas interesadas en participar o esponsorear proyectos de triple impacto como Coca Cola, Porta, Fiat y Axion.
Fondos de inversión de triple impacto
“Es un fondo en dólares, con un muy buen retorno estimado en términos financieros entre un 15 y un 20% anual, que se va a ir capitalizando, con posibilidad de salir en 5 o 10 años”, añade Recalde.
Con una cuota que parte de inversiones de US$ 5.000 se puede lograr, en los 10 años que va a durar el fondo, generar (solo con el proporcional de ese aporte), tres casas para vender a la clase media, un ahorro de huella de carbono de 35 toneladas menos de dióxido de carbono a la atmósfera, y la recuperación de 230 metros cúbicos de plástico, que es más o menos el que producirá una familia tipo en diez años.