Escuelitas de fútbol hay muchas. Tantas como barrios y clubes tiene la ciudad. Pero, ¿qué hay que tener en cuenta a la hora de elegir una para que nuestros hijos e hijas entrenen?
“Seguridad, ante todo. Los padres tienen que entender que están dejando lo más preciado que tienen y no pueden hacerlo en un lugar donde no trabajen con ciertas condiciones: la seguridad del (y en) el predio son fundamentales: cobertura médica, ART, canchas en buen estado. Otro aspecto fundamental es elegir un lugar donde los profes (y sus papás) entiendan que los chicos no van a competir, sino a divertirse, a entrenar. Todo eso se averigua con una entrevista previa. Yo nunca recibí ningún niño sin antes entrevistarme con sus padres”, comienza el profe Walter Bazán.
-¿En tu perspectiva creés que habrá un boom de escuelitas luego del Mundial? -le preguntamos.
-Seguramente. Pero si no aprendimos el mensaje que nos dejó esta Selección Argentina, no van a durar mucho. Si no aprendimos que lo importante son los valores, el trabajo en equipo y el compañerismo, no entendimos nada. Muchos quieren ser Lionel o Julián, pero ellos, ante todo, son buenas personas. Chicos que priorizan el equipo y no la competencia.
Escuelitas, las hay oficiales y las hay de barrio. Las oficiales son la de los clubes como Belgrano, Talleres, Instituto, San Lorenzo o Racing. “Muchos padres llevan a sus hijos a probarse allí y depositan tanta frustración propia en los chicos que se vuelve una tortura. Hay que entender el fútbol como un lugar para inculcar valores, no competencia a cualquier precio. Solo los niños que tienen un buen acompañamiento de las familias y están muy fuertes psicológicamente, andan bien”, dice el Profe. En las escuelas barriales, el nivel competitivo es menor, pero no por eso algunos padres “son más tranquilos”. De allí también salen figuras que luego trascienden porque existen “veedores” que recorren muchos espacios y “captan” talentos.
Los precios de las escuelas de fútbol rondan entre los $ 3.000 y los $ 4.000 mensuales. Por lo general el entrenamiento se hace dos veces a la semana. Pero (¡ojo al piojo!) acá otra consideración: “Los chicos rinden mucho más a la mañana. Generalmente cuando llegan a entrenar lo hacen después de un doble turno en la escuela y no es el mejor momento, ya están cansados. por eso he presentado un proyecto a la Municipalidad y a la Provincia para que el fútbol sea considerado una materia de la currícula. Este deporte bien entendido transmite muchísimos buenos valores y es lo más interesante que tiene”, reflexiona Bazán.
-Messi o Álvarez, ¿se nace o se hace?
-Las dos cosas. Y en partes iguales. Son chicos que tienen un talento natural, pero que lo trabajan muchísimo con constancia, perseverancia, disciplina y, fundamentalmente, entendiendo que esto no es un trabajo individual, sino de equipo.
En su perspectiva cada vez es más difícil el surgimiento de un nuevo Maradona. “Ese fútbol de potrero por diferentes razones ya casi no existe: por la inseguridad los chicos no pueden salir a pelotear a la calle o al potrero”.
En qué anda el Profe Walter Bazán hoy. Luego de un cierre transitorio de su Escuelita de Fútbol La Selección, está enfocado en la escuela de verano que funciona dentro del Colegio de Ingenieros (Av. Doering 6600 -a metros CPC Argüello-). Reciben a niños de todas las edades y los dividen en grupos.
Además, continúa con proyectos solidarios, todos vinculados al fútbol. En este caso El Club de las Figuritas donde, ante la escasez de figus, regalaron la estampa de Messi a más de 1.000 niños.