Un aviso en La Voz, un spot en Canal 8 y unas menciones en LV3. Así se resolvía un mix de medios típico y “seguro” a fines del siglo pasado en Córdoba ciudad.
Años de ventas locas (Cablevisión se vendió en una millonada, Telefónica ingresó en Atlántida - Telefé, Clarín se expandió en radio y TV), Córdoba no fue la excepción y nació un nuevo (y todavía vigente, aunque borroso) mapa de medios.
La Voz se integró a Cimeco con reporte directo a Héctor “Voldemort” Magnetto, aunque sus “Lucius y Draco Malfoy” siguieron siendo Osvaldo Salas (hoy Juan Tillard) y Carlos “Gris” Jornet.
Canal 12 pasó a tomar el prime time y la principal programación del entonces Canal 13 (hoy el Doce y el Trece, respectivamente) y llegó Ricardo Blanco, un porteño que rápidamente se aquerenció en la ciudad haciendo tándem con Ernesto Bauer.
Canal 8, el que fuera el canal de más rating de Córdoba, se fue diluyendo en manos de Telefé (que integró una red con otras repetidoras del interior) y Carlos Pereyra sigue siendo el referente que entregará las llaves, llegado el caso.
Es que Telefé decidió salir de las operaciones en el interior vendiendo sus repetidoras de Bahía Blanca, Salta, Tucumán, Mar del Plata y Neuquén, iniciando un camino de “desporteñización” de los medios en el interior.
(En los últimos días se reactivó la versión de que Paramount también quería vender Telefé Rosario, con lo cual se dejaría “rengo” al trípode que le quedaba en el interior: Córdoba, Santa Fe y Rosario).
Por suerte para Córdoba (quizás por desgracia para la familia Defilippi), el terco sanjuanino Mario Pereyra (RIP), no quiso nunca vender Radiodifusora del Centro y la hizo crecer en contramano: mientras los medios nacionales “tomaban” Córdoba, su Cadena 3 se expandió al país, conquistando el fortín más preciado de Buenos Aires: el encendido en los taxis porteños, una rareza sociológica que aún tiene vigencia relativa.
(Digo por desgracia para los Defilippi, porque la familia mayoritaria en Radiodifusora del Centro y sus empresas satélite quizás hubiera hecho una gran diferencia saliendo del negocio durante el kirchnerismo, un tren que ahora pareciera alejarse de la estación de calle Alvear).
Qué pasó en Mendoza
Tal como informó en punta InfoMendoza aquí, Clarín vendió Diario Los Andes a un holding de empresarios mendocinos y generó polémica la modalidad de despidos producidas en el transcurso del lunes 29, tras el cierre definitivo de la planta impresora.
La adquisición oficial quedó en mano del Grupo Broda y del empresario Mauricio Badaloni que para esta sociedad conforman el grupo Broda Badaloni, que tomarían las riendas de la empresa en junio, cuando se concretara la venta. Cabe destacar, que el paquete inversor no incluye el edificio que data de 1883, una joya arquitectónica de Mendoza.
Qué podría pasar en Córdoba
En Córdoba, Clarín tiene mejores números en La Voz de los ruinosos últimos años de Los Andes, pero esto no tapa que el medio fundado por don Silvestre Remonda deba también encarar un fuerte ajuste que viene haciendo en cuotas, con mucha licuadora (de salarios) y menos motosierra (de planta permanente).
A nivel nacional, después de la decisión de Ámbito Financiero (¡cómo se extraña a Julio Ramos!) de dejar la impresión de papel, le seguirá en ese camino El Cronista, el otro diario especializado de CABA.
Más tarde o más temprano, La Voz del Interior SA debería tomar una decisión: o terceriza la impresión o directamente desarticula esa unidad de costos interna y deja -después de 120 años- de imprimir papel.
En lo que uno escucha, no hay un grupo de empresarios locales que tenga vocación de recuperar La Voz del Interior (¡qué pedazo de nombre para llamarla solo “La Voz”!) con una visión más centrada en las necesidades y las miradas de esta parte del país.
Algo similar pasa con Telefé Córdoba: ¿quién y para qué compraría -si es que estuviera a la venta- una estructura todavía muy cara en tiempos de streaming y contenidos por YouTube?
Corren años muy complicados para los viejos y nuevos medios en Argentina: al fenomenal corrimiento de audiencias de las plataformas tradicionales a las digitales, en nuestro país se conjuga la salida de uno de los grandes anunciantes: el Estado nacional que “regaba” principalmente los jardines de medios y periodistas porteños, con algo de llegada al interior.
En Córdoba también habrá una importante caída de la pauta publicitaria oficial de provincia y municipios, tanto porque 2023 tuvo “sobreasignación de recursos” por ser año electoral, como por la propia dinámica de ajuste de cuentas públicas que impone el discurso y la práctica que ejerce la administración Milei.
En síntesis: Paramount deja operaciones en casi todo el interior y Clarín se desprende de Los Andes en Mendoza. Hay movimiento en el barrio y dicen que “cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar”.