Miramar de Ansenuza tiene magia, tiene misterio, tiene encanto. Como así también tiene atardeceres únicos, inigualables, irrepetibles, que se vuelven el marco ideal para las mejores fotografías.
Algo de eso o quizás todo eso junto, es lo que hizo que una pareja de tucumanos eligiera el destino como el lugar para casarse. Así fue como se comunicaron con el intendente Gerardo Cicarelli, le contaron su deseo, y el mandatario inmediatamente se hizo eco del pedido para que la primera boda frente al mar fuera “mejor” de lo que la habían imaginado.
El equipo municipal se sumó gustoso a la iniciativa, y todos -cada uno desde su lugar- apoyó para que no faltara ningún detalle, hasta se contó con el asesoramiento de Marcela Vachetta que le puso el toque romántico y distintivo al sector de la playa elegido para la ceremonia.
Además, Cicarelli contó que se emitió una ordenanza para regular estas ceremonias así -de ahora en más- cada pareja que lo desee, pueda realizar su boda en la playa, frente a la Mar Chiquita.