Las Lebacs siguen siendo la mejor opción de inversión en pesos disponibles en el mercado para productos sin riesgo, y han tomado notable repercusión nuevamente en las últimas semanas dado que :
• Tras el paso de las primarias legislativas todo parece haber vuelto a la calma en los mercados, y en escenarios con menor presión del tipo de cambio
• Los datos inflacionarios aún por encima de los esperados para el año, acentuados en con un fuerte rebote en el mes de julio (el índice medido por el Indec se mostró una suba del nivel general de precios del 1,7% y del 1,8% para el caso de la inflación núcleo principal componente que el BCRA intenta dinamitar vía tasa).
¿Qué son las Lebacs?
Las Letras del Banco Central (Lebac) son títulos de deuda de corto plazo que licita el Banco Central de la República Argentina (BCRA) el tercer martes de cada mes, con un pago total y único al vencimiento y cuyo rendimiento resulta de una tasa de descuento implícita en relación a la cantidad de días que se mantenga la inversión (Esto da como resultado una tasa de interés implícita que se traduce en la rentabilidad del inversor).
Los plazos de Lebacs varían entre los 35 y 273 días, siendo los plazos cortos los de mayor tasa nominal, generando un extraño fenómeno que se conoce en la matemática financiera como curva invertida de rendimientos.
Ejemplo – Resultado de la Licitación de ayer 15 de agosto de 2017
De acuerdo a la licitación del BCRA:
Si comprásemos las Lebacs con vencimiento 20/09, obtendríamos una tasa de interés anual de un 26,5%, es decir, un 2,54% nominal durante los 35 días de inversión.
En una inversión de $100.000 generaríamos intereses por $2.541,09.
Cabe mencionar que esta inversión está respaldada por el Tesoro Nacional y en una concepción absolutamente técnica tiene menor riesgo aún que un plazo fijo.
¿Cómo funcionan?
El BCRA publica mensualmente "llamados a licitación", en donde ofrece al público inversor la posibilidad de comprar Lebacs en el mercado primario a través de una subasta pública, obteniendo los resultados de adjudicación en donde se detallan el precio e interés de cada uno de los plazos ofrecidos.
Existen dos tipos de segmentos: competitivo (inversión mínima de $1.000.000) y no competitivo ($1.000), siendo este último el de acceso al público inversor minorista. El ahorrista define el monto que quiere colocar y participa de la subasta de esos títulos.
Su funcionamiento, en la práctica, es similar al de un plazo fijo: inversión de corto plazo, con una tasa de interés definida y a cobrar al momento del vencimiento. Su principal ventaja operativa en comparación al plazo fijo (aparte de la diferencia de tasa y mejor rendimiento) radica en que puede recuperarse la inversión antes de la fecha de vencimiento, no perdiendo los intereses devengados durante los días que se tuvo la Lebac en tenencia, esto es, que si a los 20 días necesito recuperar el dinero puedo hacerlo sin ningún problema, gran ventaja con respecto a un plazo fijo que es prácticamente indesarmable.