La joyita se conoce como Microsolarium y se trata de un mortero calcáreo atérmico, aditivado con polímeros acrílicos que facilita la terminación en bordes, solarium o terrazas. Además no condiciona el diseño ya que no tiene las limitaciones que generan a veces las juntas de las losetas. El espesor es 4 mm, se ejecuta in situ, de manera artesanal, y se destaca por ser muy resistente al sol y confiable para evitar resbalones, dos aspectos fundamentales para este tipo de zonas.
Se puede colocar sobre cualquier tipo de base (carpetas cementicias, ladrillos, hormigón, baldosas cerámicas o calcáreas), previa preparación de la superficie, y siempre que el sustrato esté firme.
Primero se aplica una mano de Promotor de Adherencia, cuando está seco van dos de Microsolarium con llana metálica flexible, dejando pasar 24 horas entre manos. Una vez colocada la segunda aplicación se frota el revestimiento en forma circular con una llana plástica, logrando una textura especial de acabado. Y por último, se recomienda aplicar una mano de curador para proteger. Después de un mes se limpia con agua, detergente y/o lavandina.
Todos los ingredientes están contemplados en un kit que rinde cinco m2 y contiene: un balde de 20 kilos de Microsolarium en polvo; un balde de un kilo de Promotor de Adherencia; un balde de cinco kilos de endurecedor, y 0,80 kgs de curador. El costo del kit que mencionamos de 5m2 es de $ 375.
Bordes continuos (que no queman)
(Por Sara Bongiovanni) El entorno de la piscina se renueva con propuestas en materiales, otra vez de la mano de “Tierras Nuestras”, que llegó al mercado enarbolando la bandera de la innovación. Esta vez propone un revestimiento continuo para los bordes y solárium, tiene propiedades atérmicas y textura antideslizante. Se consigue en dos colores: blanco y natural y se puede instalar en piscinas nuevas o en solados envejecidos, porque su espesor mínimo permite colocarlo sobre pisos existentes.