Corazón de Manzana, el epicentro de los artistas

(Por Ivanna Torres Riesco - @ivannatr) No es un hostel, tampoco un hotel, no es un edificio que le alquila cualquier persona, es Corazón de Manzana. Un desarrollo de Pablo Dellatorre escondido en barrio Observatorio con la particularidad que no se ve desde afuera ya que no cuenta con ingreso señalizado.

Cada vivienda tiene 10 m2 de terraza que los artistas pueden usar como atelier.
El patio central, el corazón de la manzana.
Son 14 los hogares.
Todas las viviendas dan al patio central.
La madera (reutilizada) predomina en el ambiente.
Las viviendas son de 42 m2.
El quincho en la terraza.
Corazón de Manzana (Montevideo 951) se tomó el nombre de manera muy literal: el edificio está ubicado en el corazón de la manzana y no tiene ningún ingreso “oficial” señalizado con cartelería.

“Quienes lo conocen lo hacen porque se enteraron del boca en boca y creo que ahí también radica el misticismo de este espacio que hoy en día se encuentra habitado por artistas, arquitectos, diseñadores, fotógrafos, músicos, actores y publicistas”, nos cuenta Pablo Dellatorre, diseñador y responsable de Corazón de Manzana.

Se trata de un edificio de 12 viviendas de 42 metros cuadrados - con 10 m2 de terraza- donde predomina la madera con un entramado inspirado en las hojas de palmera de la playa: “quise darle esa impronta al lugar para que parezca una posada, un espacio de refugio para los artistas”, agrega Pablo.

El clima de posada se logró gracias a los materiales que se incorporaron (sobre todo la predominancia de la madera), el quincho de uso común y la pileta.

Todos los muebles del espacio son de madera reutilizada como así también la decoración de cada vivienda. “La idea es que la arquitectura e interiorismo vayan más allá de la estética y generen algo en la persona, quiero estimular de esta forma”, especifica.

Escenarios
Para Dellatorre, “cada espacio es un escenario” por eso se centra tanto en los detalles y reutilización de materiales.

“Los lugares que intervengo junto a mi equipo intentan reflejar un estilo de vida, pero de buena vida y de eso se trata Corazón de Manzana, la buena vida en la playa”, bromea.

Sello propio
Cuando uno ingresa a cualquier local en el que intervino Dellatorre como Cundeamor, Alcuza, Ochre, entre otros, encuentra un no-sé-qué-que-qué-sé-yo que da cuenta que se trata del artista. ¿Por qué? “Siempre me dicen eso y creo que tengo un estilo fuerte y marcado: cada espacio es único pero sí mantengo una línea en común que es el reciclaje de materiales y la reutilización”, reflexiona.
 
Ph: Gonzalo Viramonte

Paula Massuh, Cristina Schwander, Pablo Duarte y Mauricio Rabbat invierten $ 5 millones en un desarrollo gastronómico en Carlos Paz

Todocunde S.A. es una sociedad formada por la conocida cocinera y dueña de Cundeamor Paula Massuh, junto a Cristina Schwander, Pablo Duarte- empresario gastronómico, dueño de Blacksheep- y Mauricio Rabbat, que estará a cargo del gerenciamiento de este proyecto. Se trata de un grupo de amigos que se unieron para dedicarse  a la instalación, explotación y administración de restaurantes, bares, confiterías, cafeterías y demás negocios del ramo gastronómico.
La primera de las propuestas ya está en marcha en la ciudad de Villa Carlos Paz, en un predio que el grupo ganó a través de una licitación, y que está ubicado en el tradicional casino de la Villa. El espacio posee una magnitud tal que permitirá montar 3 diferentes restaurantes: el primero, que será bien parecido a Cundeamor (el restó que ya posee Paula en la zona sur de la ciudad de Córdoba) en ambientación y propuesta y tendrá vista al lago San Roque; el segundo será un bar de tragos del que también podrán hacer uso las personas que concurran al casino; y un tercer espacio, un restaurante gourmet que emplearía en su cocina equipamientos de alta tecnología y que tendrá capacidad para 70 comensales: 50 en planta general y 20 en sector de reuniones privadas. Todo este proyecto requirió una inversión de de $ 5.000.000 y comprenderá, en sus diferentes etapas, alrededor de siete  meses de obras.

Cundeamor: Viaje al país de los afectos. Para romper con tanta virtualidad aséptica, Paula Massuh se puso el delantal y cocinó este lugar que parece salido de un cuento fantástico. La sensación que invade a los comensales remite a aquellos tiempos dorados, en los que la gastronomía llamaba a las cosas por su nombre. Una época en la que las urgencias no impedían disfrutar del placer de un plato artesanal. Entrá y mirá. La nota. La revista completa.

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