¿Sería exagerado decir que el nuevo Latitude es un Samsumg SM5, fabricado en Corea y con insignia romboidal?
Tal vez no exagerado, pero podría llevar a erróneas conclusiones.
Samsung Motors pertenece a Renault y se beneficia con el know how tanto de la francesa como de de Nissan. A esta altura nadie puede discutir la calidad coreana, sin bien no tan uniforme en las distintas marcas que allí producen.
Debe reconocerse que la marca del rombo siempre fue muy personal en sus diseños, tal vez demasiado, estando adelante del resto generalista. Ya sin Patrick Le Quement (Avantime, Vel Satis, Megane II, etc.) el margen para la innovación estética no es tan grande.
¿Es bueno o malo ser algo transgresor?. Ni lo uno ni lo otro, es relativo.
Lo cierto es que el nuevo Latitude no innova demasiado. Sin embargo, luce muy atractivo, aun con la falta de personalidad comentada. Buenas proporciones, con un baúl que le aporta muy interesantes 510 litros de capacidad.
Tiene un aire a Fluence, y mide casi 28 cm más (4.9 m). El equipamiento (según versión) es interesante: Faros bi-xenón direccionales, luces de leds, doble techo corredizo panorámico, sistema de sonido 3D sound “by Arakamis” con 8 parlantes, sensores de estacionamiento delantero y trasero, freno de mano automático, navegador satelital integrado Carminat Tom Tom, y siguen.
En cuanto a motores, dos opciones. El clásico 2.0 de origen Nissan y 143 CV y un 3.5 V6 de 240 CV (el del Nissan Teana). En seguridad cumple, con discos ventilados y ABS con repartidor de presión, ESP (Control de Estabilidad), ASR (Control de Tracción) y 6 Airbags, aunque mucho de esto ya está disponible en su hermano Fluence.
¿Precios?
USD 36,500 para el 2.0 y USD 46,500 para el V6, competitivo aunque se acerca peligrosamente a A4, Serie 3 y Clase C en sus versiones más baratas, como les ocurre también a Mondeo, 407, C5 y Passat.
Mencionábamos el perfil bajo, y es que, a diferencia del ruido provocado por el lanzamiento del Fluence (claro, se produce en Córdoba), Renault trae el Latitude casi en silencio, y de acuerdo a una fuente de la marca, la idea es justamente moverse casi en silencio y seguramente sus volúmenes de venta –lógicamente- no serán importantes. Como se dice en el ambiente automotor, es más un modelo “de representación”, ó de “imagen de marca”, casi tan importante como el caudal de ventas.
Esperamos probar el nuevo Latitude para transmitir nuestra impresión a bordo del nuevo tricuerpo.
El nuevo Renault Latitude llega a Argentina
(Por José Manuel Ortega) Con un perfil absolutamente bajo (¿demasiado?) y poco ruido, Renault introduce en nuestro país el nuevo Latitude, tope de gama para nuestro mercado.