En diciembre de 2019 participamos del Snapdragon Summit de Qualcomm, el evento anual en el cual la empresa que lidera el mercado de procesadores para móviles, anuncia sus novedades para el siguiente ejercicio, pero también entrega gran cantidad de pistas sobre los pasos que dará la industria en el corto y mediano plazo.
Durante su presentación, el presidente global de la firma describió gráficamente la marcha presente y futura (a mediano plazo) del despliegue de 5G en el mundo con EE.UU, China y Corea del Sur liderando y con Europa acelerando su paso.
Al momento de mostrar su visión sobre la evolución para este año y los subsiguientes nos llamó la atención que en el planisferio 2020 ya aparecen Brasil, México, Chile y Uruguay como los países de nuestra región que contarán con redes de quinta generación y para 2021 (y más allá) se sumaría Perú. Argentina no apareció en ninguna previsión del ejecutivo y en una posterior rueda de prensa nos confirmó que nuestro país no aparece en el horizonte del 5G aún.
Buscando precisiones más cercanas, nos enteramos que el flamante presidente del ENACOM Claudio Ambrosini se reunió hace pocos días en Buenos Aires con analistas y periodistas que cubren la temática y que en dicho encuentro reveló que en materia de redes móviles la prioridad de su gestión será la de completar el despliegue de 4G en el país antes de avanzar con 5G, una idea que un especialista como Enrique Carrier considera por demás razonable y que según su criterio es “música para los oídos de los operadores, aunque no tanto para los vendedores”.
Esto se debe a que libera a las operadoras de inversiones multimillonarias en este contexto de mercado aún deprimido, pero les quita a las marcas fabricantes de teléfonos el que será potente argumento de venta de nuevos equipos premium “aptos 5G”.
Para completar el panorama días atrás el presidente de Tecnología de la operadora estadounidense T-Mobile Neville Ray, les advirtió a las demás empresas que la tecnología DSS (Dynamic Spectrum Sharing) aún no funciona como tenían previsto. DSS es importante para el inicio del despliegue de 5G porque permite compartir el espectro que las operadoras ya están utilizando en sus redes 4G, es decir permite que ambas redes funcionen paralelamente en el mismo espectro asignado.
Sin embargo Ray describió que en sus despliegues experimentales notaron que DSS se come la capacidad neta de la radio compartida, lo cual implica que falta desarrollo en esta tecnología que posibilitará (cuando logre funcionar eficazmente) dar los primeros hacia el 5G en aquellos países que (como el nuestro) aún siquiera hayan comenzado con la asignación de frecuencias para las futuras nuevas redes.
De modo que si estás por viajar y pensabas comprarte un teléfono premium afuera, podrías ahorrarte unos dólares eligiendo la versión 4G y descartando el modelo con 5G, al menos por ahora.