Se trata de GeoVictoria, una aplicación que tiene como caballito de batalla la combinación de geolocalización, detección biométrica de datos y rastreo a través de la nube 24/7 para tener certeza absoluta que el condenado cumpla su condena, facilitando el trabajo de quienes deban controlar salidas de presos que cuentan con este “beneficio”.
La aplicación, desarrollada en Chile, ya es utilizada por la gendarmería de aquel país trasandino, con la que monitorea a 1.860 reos.
¿Cómo funciona?
La aplicación se basa en 3 pilares biométricos: reconocimiento facial y de voz, geolocalización y la nube como base de datos, para poder acceder a ellos en cualquier lugar. Gracias a esto, las prisiones pueden monitorear a todos los convictos que cumplen sentencia domiciliaria, asegurando el cumplimiento de las condenas.
¿Pero de dónde toma los datos? Ante la duda, Rodrigo Lewit, el cerebro detrás de GeoVictoria detalla que “es una app que funciona con una pulsera o una tobillera electrónicas” y donde “los centros carcelarios pueden utilizarla desde cualquier dispositivo móvil y también a través de teléfonos fijos, ya que opera con reconocimiento biométrico de voz”.
Y muy accesible en precio, según dice, ya que “las pulseras o tobilleras electrónicas tienen un costo cercano a los US$ 250 mensuales por persona, y la app, alrededor de US$ 3 por persona al mes. Por cada 1.000 personas que usen la app (vs. una tobillera), en un año el gobierno ahorraría tres millones de dólares" afirma Rodrigo.