Cuando las PCs nos causan dolores (y no sólo de cabeza)
(Por Eduardo M. Aguirre) En un día promedio de trabajo suelo pasar al menos unas 8 horas frente a mi computadora y a veces me sucede que salgo con más dolores corporales que luego de jugar al fútbol. Como sé que somos muchos los que no mantenemos una buena postura corporal frente a la computadora, aquí van algunos tips para tener en cuenta y evitar que tu trabajo sea una experiencia (más) dolorosa.
Vamos a repasar su lista de recomendaciones:
Lo más frecuente es que trabajemos sentados en una silla que no es apropiada ya que no nos proporciona un respaldo que mantenga nuestra espalda recta y apoyada hasta la altura de nuestros homóplatos.
Luego, los hombros deben estar relajados, no en permanente tensión y la cabeza en alto, no inclinada hacia abajo y tampoco hacia los costados puesto que es muy común observar escritorios donde el monitor está más abajo del nivel de los ojos del usuario y además no se encuentra delante de él sino a un costado, lo cual obliga a trabajar con la cabeza girada levemente. La vista debe poder mantenerse la mayor parte del tiempo dirigida hacia adelante y en línea horizontal. El monitor debe ubicarse a un brazo de distancia de nuestra cabeza. Éste es uno de los puntos más importante a tomar en cuenta, ya que esta posición es difícil de conseguir si se está trabajando en una PC portátil (y ni decir de una netbook), por este motivo si utilizamos una notebook o netbook como equipo de trabajo de escritorio es recomendable colocarla en un soporte que eleve la pantalla hasta la altura de nuestro ojos y utilizar teclado y mouse tradicionales, ya sean inalámbricos o conectados a los puertos USB de la portátil.
También, por el bien de nuestros ojos, es fundamental que la iluminación sobre nuestro escritorio sea la suficiente para no tener que esforzarlos en demasía. Si pudieses medir la intensidad lumínica sobre tu espacio de trabajo (tu fotógrafo amigo puede hacerlo), te recomiendo que ronde los 500 lux. Es conveniente además regular el brillo del monitor bajándole su intensidad hasta el mínimo nivel posible, siempre que nos resulte cómodo y suficiente para trabajar.
Por otra parte el material de consulta que utilicemos lo coloquemos en una posición que no nos obligue a leerlo girando el cuello constantemente.
Además es común que el mouse nos quede demasiado lejos de nuestro cuerpo y esto nos genere tensión en el hombro del brazo que lo utiliza. Para tener en cuenta la posición correcta consiste en que las manos queden alineadas con los antebrazos, es decir, que las muñecas no trabajen permanentemente flexionadas hacia arriba, abajo, derecha o izquierda.
Del mismo modo (y aunque no parezca) es muy importante que los pies estén firmemente apoyados en el piso y no a medio camino o apoyados en elementos que no los soporten integralmente. En el mismo sentido si los pies no se encuentran apoyados totalmente en el piso, seguramente la silla nos provocará presión sobre la parte posterior de nuestros muslos, algo también perjudicial para nuestras piernas.
Ahora que lo sabes, te acordarás de InfoTecnología cada vez que llegues a casa sintiendo que te usó de bombo la barra brava de Boca.