La economía digital es un sistema financiero que permite realizar transacciones a través de plataformas digitales en lugar de los métodos monetarios tradicionales.
En los últimos años, las transacciones digitales incrementan sus montos de manera exponencial y lo más importante no es la cantidad sino el monto de las mismas; el "ticket" promedio crece y llega a los gobiernos a pensar en digitalizar completamente la economía en un futuro no muy lejano.
Aunque nos parezca lejano, estoy seguro que si estás leyendo esta nota alguna vez has pagado un impuesto por homebanking, has ingresado para verificar si te depositaron el sueldo o has realizado alguna compra online. Todo esto forma parte del mundo de la economía digital.
Su principal ventaja es la comodidad para realizar las acciones desde cualquier lugar y en cualquier momento.
La economía digital sin dudas seguirá su camino de crecimiento y para ello necesita el soporte de la economía tradicional. La apuesta mundial ya está hecha, avalada principalmente por el consumo de internet y la conectividad. Miramos nuestro smartphone un promedio de 150 veces al día y el 80% de los usuarios los revisa como muy tarde, a los 15 minutos de despertar.