La domótica sigue sorprendiendo
(Por Eduardo M. Aguirre - @eduaguirre) La domótica es uno de los rubros tecnológicos más interesantes que se han desarrollado en los últimos años, pero tal vez al que más le cuesta lograr penetración, fundamentalmente -creo- por falta de conocimientos de quienes proyectan, diseñan y construyen nuestras casas y edificios. Hoy te cuento sobre interruptores inalámbricos que no utilizan baterías, una belleza.
Debo confesarte que me resulta increíble que hoy se sigan construyendo casas de medianas o grandes dimensiones, con cientos de circuitos eléctricos y que no cuenten con un sistema inteligente que los controle. Pero es así. De todos modos quiero que imagines una casa en la cual las teclas -programables- para controlar todos sus circuitos eléctricos (de iluminación) puedas colocarlas en cualquier lugar de las habitaciones y modificar su ubicación sin desconectar ningún cable, ni dejar descubierta ninguna caja embutida en la pared. Y además que esos dispositivos no necesiten ningún cambio de baterías nunca. Esto es posible con los interruptores de la marca EnOcean que se integran -por ejemplo- al sistema de domótica Vimmar.
Yendo a la explicación que brinda la propia empresa: la tecnología EnOcean utiliza la energía del ambiente, como la luz, la pulsación mecánica o la temperatura para desarrollar productos inalámbricos vía radio -como interruptores, detectores de presencia, termostatos o contactos de ventana. Estos módulos están basados en convertidores miniaturizados de energía, electrónica altamente integrada y diseñada con una tecnología radio muy fiable.
La combinación de estos elementos permite fabricar dispositivos fundamentales para la automatización y control de edificios y viviendas sin necesidad de alimentación ni baterías.
Los requerimientos de energía del sistema radio son tan bajos que tan solo con el convertidor electromecánico, la pequeña alimentación de una célula solar o la diferencia de temperatura, son suficientes para alimentarlo y poder transmitir hasta 3 veces una trama en un edificio o vivienda. Cada trama digital RF contiene la dirección-ID de 32 bits de cada transmisor. La duración del telegrama es tan corta que se puede considerar el riesgo de colisión de ráfagas en el interfaz radio como nulo. De tal manera pueden coexistir miles de dispositivos dentro de una instalación o un edificio con un grado inmejorable de fiabilidad.
Además esta tecnología está certificada por el instituto alemán ECOLOG como una tecnología radio con un grado de polución electromagnética 100 veces menor que un interruptor convencional de 220V.
EnOcean suministra módulos para fabricantes OEM que desarrollen dispositivos inalámbricos para la automatización de edificios y viviendas así como otros mercados. Actualmente existen más de 100 compañías en el mundo que desarrollaron más de 350 dispositivos distintos basados en esta tecnología.
En España por ejemplo esta tecnología se utiliza en dos de los edificios más emblemáticos de la nueva área de negocios en el norte de Madrid – para manejar la iluminación y las persianas. En Torre Espacio funcionan más de 4.200 dispositivos EnOcean y en Torre de Cristal más de 1.400 dispositivos.
Los interruptores que tuve oportunidad de manipular en Matelectric en el stand de la empresa Retys, estaban programados no solo para encender o apagar distintos circuitos de luces, sino también para controlar progresivamente su intensidad lumínica (lo que denominamos "dimmerizar"). Al verlos desarmados comprobé que son elementos piezoeléctricos (que me recordaron a los viejos magiclicks que utilizábamos para encender la cocina) que utilizan la propia presión del dedo para autogenerarse la energía necesaria para transmitir su señal. Además estéticamente son un chiche.