Para ser más específicos, el 77% de los usuarios abandona una aplicación 72 horas después de haberla instalado; si nos vamos a 30 días después de la instalación el abandono llega a un 90% y si el período lo llevamos a 90 días nos encontramos con que solo quedan un 5% de usuarios activos.
De esta manera nos encontramos con una realidad muy diferente a la que imaginan la mayoría de las marcas que desean tener su aplicación propia; de los millones de aplicaciones que están disponible hoy en Google Play solo unos pocos de miles tienen un tráfico significativo.
Si queremos ver el lado positivo del reporte podemos decir que los usuarios tienen una gran tendencia a probar aplicaciones.
Los primeros 7 días definirán la suerte de la aplicación en el smartphone del usuario ya que si no la considera relevante existe una gran probabilidad de que la elimine.
En la actualidad el interés de las empresas en tener su propia app es muy alto, pero la realidad es que para que la inversión sea un buen negocio primero deberían, al menos, preguntarse porqué un usuario instalaría su aplicación.
Los usuarios solo mantienen en sus smartphones aplicaciones que sean útiles, por ende si no aportamos una solución periódica, antes que desarrollar la aplicación habría que pensar en desarrollar la necesidad para que los usuarios la utilicen.?