Las imágenes globalmente difundidas la semana pasada del dueño de Megaupload (Kim “DotCom” Schmitz) siendo detenido en la mansión que alquilaba en Nueva Zelanda -con autos de colección incluidos- tuvieron la clara intención de mostrarlo frente al mundo como el jefe de un cartel delictivo de escala mundial y ciertamente no contamos con elementos (datos legales ni probatorios) como para asumir responsablemente una posición respecto de si tal acusación es sustentable o no. Lo cierto es que en Megaupload, además de existir almacenadas películas y series protegidas por derechos de autor, también estaban los archivos que millones de usuarios transferían (subían y bajaban) con total derecho ya que les eran propios y pagaban por ese servicio. De toda esa información nada se sabe (y probablemente nunca se sabrá).
Pero si éste será el accionar de las autoridades del mundo en cuanto detecten que un sitio (o sus servidores) son utilizados para el tráfico de material que viola derechos de autor… ¿quién está a salvo? ¿Qué nivel de confianza podrán tener los usuarios en la nube y en los servicios en cloud?
Es que llevada esta política al extremo, cualquier servicio de almacenamiento en la nube (pensemos en Dropbox o en Google Docs, sin ir más lejos) está en riesgo de ser demandado y consecuentemente liquidado.
Este camino lleva ineludiblemente a la pérdida total de la libertad en la internet y a que la llamada neutralidad de la red no sea más que una quimera, ya que toda información que por ella circule deberá ser previamente “escaneada” por autoproclamadas autoridades adhoc que decidirían qué sí y qué no puede transferirse desde y hacia los servidores globales.
Claramente si hay leyes que protegen la propiedad intelectual y los derechos de autor, éstas deben ser respetadas y deben hacerse respetar, lo cuestionable es el modo escogido, esto de “muerto el perro se acabó la rabia” nos dejará no sólo sin rabia, también sin perros.
Nos llevó una buena cantidad de años convencer a los usuarios de que ya no es necesario contar con monstruosas capacidades de almacenamiento en nuestros dispositivos, que es mucho más cómodo (e igual de seguro) mantener nuestros archivos y datos en la nube y de este modo poder acceder a ellos desde cualquier lugar y con cualquier equipo (sea grande o pequeño), que esto nos ahorra tiempo (en copiar archivos), dinero, con dispositivos de menor capacidad de almacenamiento y preocupaciones ya que en caso de pérdida o robo de nuestros dispositivos solo estaríamos perdiendo “fierros” en definitiva recuperables, pero nada de nuestros datos importantes. Ahora, si esta política de cierres se mantiene ¿podremos seguir sosteniendo lo mismo? Siempre fue una práctica recomendable mantener un back up en un disco portátil, hoy se ha vuelto una necesidad, lamentablemente.
Megaupload y la nube amenazada
(Por Eduardo M. Aguirre - @EduAguirre) El tan difundido y comentado cierre de almacenamiento Megaupload plantea algunos interrogantes respecto de lo que estaba tornando una (¿sana?) costumbre por parte de los usuarios: guardar sus archivos en la nube. ¿Quién garantiza que no sucederá lo mismo con cualquiera de los otros servicios? ¿En quién podremos confiar?