Desde el jueves Dating está habilitada para funcionar en nuestro país. Se trata de la app de citas con la cual Facebook quiere llegar a reinar (también) en ese mercado.
Una colega ingresó y configuró su perfil en Dating con la manifiesta doble intención de realizar una prueba de usuaria y buscar pareja. Inicialmente su testimonio nos recuerda a la sensación de llegar temprano a la fiesta y encontrarse con el boliche vacío: nadie (literalmente) estaba usándola el viernes (en la tienda de Apple no estaba aún disponible).
De todos modos y confiando en que “irá cayendo gente al baile”, pasamos a sus impresiones al utilizar la app: “Parece ser una app muy simple, lo cual es bueno, con una propuesta ideal para fóbicos a este tipo de aplicaciones ya que excluye a tus conocidos de Facebook. Además, impide capturar pantalla y tiene medidas de seguridad para enviar info a familiares y amigos en caso de concretar un encuentro, habrá que verla en funcionamiento”, describe nuestra amiga y seguidamente marca un detalle no menor a tener en cuenta: “Llama la atención que está orientada a relaciones estables, hay que ver cómo hace el algoritmo para resolver eso”. Totalmente de acuerdo, ¿cómo certificará Facebook que la persona con la cual estás comenzando a interactuar tiene ‘intenciones serias’? ¿Se dará esto por sentado solo por el hecho de ser usuario/a de Dating?
Y un escalón más abajo también cabe preguntarse: ¿Iremos a morir atragantados de corrección política? ¿Destacar que una app de citas es para ‘relaciones estables’? ¿Buscar una pareja sexual es intrínsecamente malo entonces? El universo hetero-normado tan temido se resiste a caer y se aferra hasta de las nuevas herramientas.
Lo que no se puede negar es la eficacia de este tipo de aplicaciones, según un informe de The Economist alrededor de 200 millones de personas a nivel global las usan y se calcula que casi el 50% de ellas conoció a su actual pareja online.
Pero veamos con quienes compite Dating en el mercado de las apps de citas.
El mencionado y líder indiscutido de la categoría, Tinder, el cual permanentemente suma herramientas con las cuales monetiza su servicio y que despierta un creciente interés. De hecho en 2018 ‘¿cómo funciona Tinder?’ fue una de las 10 preguntas más googleadas en Argentina (de las que comienzan con ‘cómo’). No podemos negarlo, Tinder, es útil y efectivo, pero pesa sobre él estigma de que ‘es de levante’ (y parece que eso es terrible). “Ahí no entro ni loca”, me dijo una amiga la semana pasada.
Tal vez menos conocida pero buscando un lugar en este segmento nos encontramos con Blind Love, una app de citas que nació de la propia “historia de amor” de su creador y que trabaja sobre el concepto de “slow date” reivindicando las citas a ciegas. "Se busca que las parejas se formen en base a sus gustos y preferencias y no por el aspecto físico", afirman quienes allí trabajan (parece ser otra app para gente con ‘serias intenciones’). Aquí la foto de perfil va apareciendo a medida que avanza la conversación virtual y no previamente.
Por último cabe mencionar a la del nombre bizarro: Adoptá un Chico (que haría las delicias de mi terapeuta), cuya versión argentina fue lanzada en septiembre de 2013 y que según sus creadores se destaca “por un concepto simple como la clave de su éxito, el cual se basa en la inversión tradicional de roles, aquí la mujer propone y dispone”.
“La preocupación es que el romance se reduzca a solo guiarnos por el físico, sin darnos la oportunidad de descubrir todo lo que hay detrás de una selfie”, explica Rocío Cardosa, project manager de AdoptáUnChico, para quien existen cuatro aspectos al usar dating apps que siguen siendo igual que en el encuentro offline:
- Encontrar a alguien realmente especial
- Romper el hielo sigue siendo un reto
- El timing para la primera cita
- ¿Qué pasa con la fidelidad?
Desde aquí solo podemos esperar que sea cual sea la app que uses, encuentres lo que estás buscando (y amaríamos que nos cuentes tu experiencia).