A veces se dice que ser primero no es siempre lo mejor, si no miremos a Samsung, que en busca de la primicia terminó pecando en uno de los mandamientos imperdonables del mundo comercial: no lanzarás un producto sin terminar. Fue ese pecado el que convirtió al Galaxy Fold en uno de los lanzamientos fallidos del 2019.
Y es que en realidad no es un mal teléfono, solo fue lanzado con numerosos fallos, algo poco tolerable si hablamos de un teléfono que ronda los U$S 1.000 (o más incluso). Pero Samsung, ni lenta ni perezosa, aprendió de los errores y presentó el Galaxy Z Fold 2, que corrige los fallos del pasado dándole al smartphone un diseño ligeramente más sólido y premium que su primera versión.
Para comenzar, contamos con un diseño cuasi similar, donde el gran cambio radica a nivel pantallas, con un panel externo que pasa de las anecdóticas 4,6” a 6,2”, ocupando casi toda la superficie de la tapa y dándole un uso más propio y cómodo. En cuanto a la pantalla interna, aumenta ligeramente a las 7,6”, eliminando el notch superior derecho -que caracterizaba la anterior generación-, solo manteniendo una cámara frontal que se mezcla con el resto del panel, de resolución QXGA+.
Una vuelta de tuerca a la fotografía y productividad
En esta nueva edición, desde Samsung quisieron darle un poco más de sentido a esta híbrido de teléfono-tablet, añadiendo numerosos agregados al software que, aprovechando la gracia de los teléfonos flexibles y a la interfaz One UI 2.5, ahora el Z Fold 2 permite realizar acciones doblando el dispositivo en diferentes ángulos.
Como ejemplo, si doblamos el teléfono 90º mientras sacamos fotografías, la parte superior nos mostrará el visor, mientras que la inferior nos mostrará la foto más reciente que hayamos tomado más los controles de cámara. Lo mismo aplica para selfies y fotos grupales, donde podremos aprovechar los 3 sensores de 12 MP (Ultra gran angular, gran angular y telefoto) para usarlos como cámara mientras la pantalla externa hace de espejo.
Además, gracias a la alianza con Google y Microsoft, varias apps de tales ecosistemas como Office o G Suite serán adaptadas para sacarle jugo a este nuevo formato de pantalla, que permite ejecutar hasta 3 apps en simultáneo e incluso entre ambas pantallas del dispositivo.
Hablando de potencia, el Z Fold 2 nada tiene que envidiar a un gama alta de hoy en día, con 256 GB de almacenamiento interno, 12 GB de RAM, procesador Snapdragon 865 Plus, 5G a la carta, Bluetooth 5.2 más una batería de 4.500 mAh dividida en ambas partes del terminal.
Ahora lo importante: el precio
Poniendo estaba la gansa, solía decir Beatriz Salomón y es que este coqueto teléfono vale nada más ni nada menos que 1.999 ¿pesos? Dólares, sin contar la edición especial de Tom Browne (que incluye smartwatch y los auriculares inalámbricos en forma de porotos de Samsung) a U$S 3.299, mamma mía...