Así como no todos podemos jugar como Messi, no todas las apps van a tener el éxito de Angry Birds, Preguntados o Tinder. En la práctica, los usuarios descargan las aplicaciones en función de sus necesidades, pero si perciben a una aplicación como poco amigable, o que no cumple su función la borran.
La ecuación es simple: aplicación ineficaz = aplicación borrada.
Gustavo Guaragna, CEO de Snoop Consulting, reflexiona: “La tecnología se ha hecho cada vez más accesible, en todo sentido no sólo para los consumidores sino también para los que producen. Hoy es relativamente sencillo y tiene pocas barreras de entrada crear una aplicación para un móvil”.
Esta facilidad para producir aplicaciones genera una saturación en el mercado de las apps: ya hay más de un millón de aplicaciones disponibles tanto en Google Play como en la App Store.
Están de “moda”, pero “no todo se resuelve con una aplicación ni todas las empresas necesitan tener aplicaciones”, resume Guaragna.
Entonces, ¿qué deben tener en cuenta las empresas que quieren hacer una app móvil exitosa?
“Lo primero es que sirva para algo -agrega-; hay que darle al usuario algo más valioso que lo que le estás pidiendo. Tu aplicación tiene que resolverle el problema, tiene que ayudarlo a encontrar lo que está buscando”. Pero eso no es todo: además la aplicación tiene que ser fácil de usar, intuitiva y estéticamente agradable. Fácil de decir, difícil de lograr.