La forma como imaginamos qué funcionan las cosas define nuestra percepción de la realidad y nuestra toma de decisiones.
Para Alberto Fernández existe algo así como "una perilla" que prende y apaga la economía. Él piensa que Macri puso ese obturador en "off" cuando llegó al gobierno y que será su gobierno -pasada la pandemia- la que lo ponga en "on".
Con su caja de herramientas "heterodoxa-keynesiana" (por eso no le gustan los "planes") el equipo de gobierno está listando unas 60 medidas para "encender" la economía. Así lo imagina Alberto: clic, prendido... ¡a funcionar!
La realidad suele ser mucho más compleja que esta analogía. Para los ortodoxos-friedmanistas empujar el consumo en este contexto monetario nos llevará no solo a una escalada de precios (mismos bienes, más dinero) sino a una hiperinflación. Pero supongamos que los Milei están "pasados de rosca".
Veamos qué hacen los bancos: limitan el crédito en cuotas (no así en pagos en una cuota), es decir, no desconfían de la capacidad de pago de un cliente el mes que viene, sino de que lo que va a pagar ese cliente en una compra a 12 meses va a ser un valor muy menor al proyectado (en términos reales).
Obligados a transparentar sus tasas, las promociones previas al hot sale ya muestran la siguiente lógica:
- Valor del TV al contado (50" - 4K): $ 51.999
- Valor del mismo TV financiado en 24 cuotas: $ 108.237
- CFT o Costo Financiero Total: 132%
Con una inflación que cerró el primer semestre debajo del 15%, es evidente que está instalado en el mercado que en lo que queda del año se producirá una brusca aceleración de los precios.
Aunque la capacidad de producción promedio de la industria está en torno al 50% de la capacidad instalada, el "mind set" empresario parece más proclive a responder con un aumento de precio y no con un aumento de producción, ante un eventual incremento de la demanda.