Se sabe: la provincia de Buenos Aires es el Goliat de Argentina: 38,2% de la población del país vive en su territorio, sí, pero ese valor relativo es 0,8 puntos porcentuales menor del que tenía en 2010.
Es decir, el peso de la provincia que gobierna Axel Kicillof se achicó entre los últimos dos Censos Nacionales.
En sentido inverso, Córdoba que representaba el 8,2% del total ahora ascendió al 8,6% del total de los argentinos, es decir, creció 0,4 puntos porcentuales y se convirtió en el distrito que más participación relativa sumó dentro del total.
Detrás de Córdoba, también crecieron en su participación nacional Neuquén, Corrientes, Santiago del Estero, Salta, San Luis, Tierra del Fuego, Tucumán, San Juan, Río Negro y Jujuy.
Mantuvieron su participación entre 2010 y 2022 Santa Cruz, Chubut, Mendoza, Misiones , Entre Ríos, Catamarca, La Rioja, La Pampa, Formosa.
En cambio, perdieron peso relativo Chaco, Santa Fe, Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Provincia de Buenos Aires.
Un crecimiento que debiera significar muchos millones
Este crecimiento relativo de la población de Córdoba debería servir para que la provincia mejore su coparticipación federal, pero el sistema no funciona así: los índices de esas transferencias quedaron fijados en una ley de finales del gobierno de Alfonsín que se mantiene hasta nuestro días, tres censos más tarde (1991, 2001 y 2022).