Cuidándose de no mencionar a Re/Max, López afirmó ayer a InfoNegocios y otros medios de prensa que las franquicias están haciendo ejercicio ilegal de la profesión, que pagan a sus vendedores en negro y que les cobran "hasta las tarjetas personales y los carteles que colocan en las propiedades a vender".
Desde el Colegio de Corredores Inmobiliarios de Córdoba dejaron en claro que el "monstruo" contra el que batallan hoy los inmobiliarios son las franquicias en lugar de los Martilleros (batalla en la que han decidido dejar actuar a la Justicia). "Nuestro equipo de abogados presenta entre 22 y 25 expedientes mensuales por ejercicio ilegal de la profesión y en lo que va del año ya hemos presentado 12 denuncias penales, dos de ellas contra la más relevante de las franquicias", en alusión a Re/Max.
Uno de los casos, indicó, es contra un corredor inmobiliario que promocionaba trabajar para él a cambio de ceder 50% de su comisión y que en Córdoba ya tenía 3 locales y 120 personas trabajando para él.
Incluso, abundó, se está preparando una denuncia por un delito más pesado aún, el de estafa: habría pruebas de que un mismo inmueble fue comercializado por tres agentes diferentes. "Córdoba será la primera en ponerle freno a este sistema", se envalentonó.
Consultado puntualmente sobre Re/Max, López aclaró que no se apunta sólo a una empresa. "Acá hay cuatro franquicias extranjeras y nacionales pero hemos detectado que hay colegas que ven en este sistema una especie de oportunidad y quieren copiarlo en Córdoba. A ellos les decimos que seremos implacables", concluyó.
El argumento contra la ilegalidad de las franquicias que explican los corredores es el siguiente: la ley argentina (la 20.266 de 1973) establece que la actividad del corredor tiene una carga horaria equivalente a la de una carrera universitaria y que desde que se colegió la actividad está profesionalizada. Es decir, es individual y delegable.
"Lo que hacen las franquicias - señaló al respecto el abogado Mariano Esper- es lo mismo que hace Uber: ellos dicen que son una franquicia de sistema de ventas pero que no hacen operaciones inmobiliarias. Pero en realidad lo que están fomentando es que cientos de personas que no están dentro de la regulación profesional realicen esta actividad, por lo tanto, están cometiendo de manera indirecta una ilegalidad", y ejemplificó: en Argentina, Re/Max tiene 1.900 agentes y sólo 100 matriculados".
La puja legal también se da del otro lado. Desde Re/Max han enviado cartas documento a distintos corredores y colegios e -incluso- realizaron una denuncia penal en Buenos Aires por supuesto ejercicio abusivo del derecho, la cual fue rechazada.
La pelea entre los inmobiliarios y los Uber del sector recién comienza. Como sucede en estos casos, promete tener varios capítulos. (GL)