Trabaja a tres turnos, las 24 horas al día y produce mensualmente 2.500.000 de bolsas reutilizables, unas 30.000.000 de unidades al año. ¿Mucho? Casi nada en comparación de los 8.700.000.000 de bolsas descartables que se entregan por año en Argentina.
Tremendo número equivale a 1.000.000 de bolsas plásticas descartables por hora, cada una de las 24 horas de los 7 días a la semana y las 52 semanas al año. En otra mirada, cada argentino recibe un promedio de 200 bolsas plásticas al año, entre supermercado (incluyendo las bolsas de las frutas y verduras), farmacias, librerías y tantos minoristas más.
“Argentina está a la vanguardia en el cambio cultural que implica dejar de usar tantas bolsas descartables y -dentro del país- Trenque Lauquen es un ejemplo mundial”, explica y sorprende Martín Jersonsky (foto), presidente de EcoFactory, líder en la producción de bolsas plásticas reutilizables que duran -mínimo- unos 100 usos y se pueden lavar más de 10 veces.
En el mundo de las bolsas, conviven básicamente tres materiales:
- Las bolsas de fibras naturales que son excelentes, pero muy caras (cuestan lo mismo que una remera, por ejemplo).
- Las bolsas de papel y cartón que implican muchos recursos naturales en su manufactura.
- Las bolsas plásticas, las más económicas pero donde también conviven otros mundos:
- Las descartables de polietileno, las más comunes y difíciles de degradar.
- Las oxo biodegradables que son peores aún, porque se convierten en polvo contaminante.
- Las bolsas reutilizables de polipropileno (o friselina), un derivado de los hidrocarburos que se fabrica en el país (no muchos países lo producen) y que alarga el ciclo de vida. Al final de su uso, también se pueden reciclar.
“Las distintas regulaciones municipales avanzan para restringir la entrega gratuita de bolsas en la línea de cajas de supermercados y autoservicios -explica Jersonsky-; en CABA se dio este cambio y una vez que se hace un “clic” cultural, no hay vuelta atrás”.
El tema parecía más grave en los papeles que en la práctica y la gente se fue acostumbrando: “Si cuando llueve no te dan paraguas gratis, cuando compras no te dan bolsas gratis”, razona el titular de EcoFactory, la única empresa que produce estas bolsas sin costura, lo que facilita el reciclado y optimiza su producción.
La clave para acoplarse al cambio cultural (y a las crecientes regulaciones) es llevar bolsas reutilizables en el auto, en la cartera o mochila y hasta tenerlas en el trabajo. “En cada hogar hacen falta por lo menos 20 bolsas para llevar en el vehículo, la moto, la cartera”, estima Jersonsky, cuyo producto más demandado mide 45 x 40 cm. con un fuelle de 10 cm.
Con el 90% del market share en el mercado de bolsas reutilizables en el canal retail, EcoFactory se encamina a cerrar el año con una facturación de $ 100 millones, incluyendo las ventas internas y las exportaciones a Chile y Costa Rica. Precisamente, esta llegada al país centroamericano los está llevando a 700 bocas de WalMart en Honduras, Nicaragua, El Salvador y Guatemala.