La revolución tecnológica que se viene dando desde finales de los años 90 -y que en la última década tuvo una importante aceleración- cambió rotundamente la forma en la que vivimos, comunicamos y nos informamos. De consultar a la Encarta de antaño a usar Wikipedia para los trabajos académicos, de hacer colas en el centro para hablar en un teléfono público a tener la inmediatez que otorgan aplicaciones como WhatsApp o Telegram, la tecnología nos ha modificado los hábitos para bien… o para mal.
Estas reacciones que las personas tienen ante las TICs se pueden calificar como saludables, con mejoras en la productividad laboral o en los vínculos sociales, pero también pueden no ser saludables si generan adicción y una alta dependencia más allá de la propia voluntad. A este tipo de situaciones se las conoce como los “nuevos riesgos psicosociales” generados por las tecnologías.
Debido a esto, y frente a la importancia de medir el impacto que tienen sobre la población, el Observatorio de Tendencias Sociales y Empresariales de la Universidad Siglo 21 llevó a cabo una evaluación a nivel nacional, tomando como variables la adicción a las TICs y el uso de celulares (su impacto social, emocional y laboral). A continuación, los datos:
Adicción a las TICs:
- Casi el 12% tienen niveles muy altos de uso excesivo y continuo y
- Cerca del 34% tienen niveles muy altos de uso compulsivo de las TICs.
Uso excesivo de TICs
- Para caracterizar el uso excesivo que tienen los argentinos, podemos afirmar que, con frecuencia o alta frecuencia:
- Más del 32% cree que utiliza en exceso las tecnologías en su vida.
- Más del 61% utiliza continuamente las tecnologías, incluso fuera de sus horarios de trabajo.
- Casi el 50% se encuentra pensando en tecnologías continuamente (por ejemplo, revisar el correo electrónico, búsqueda de información en Internet, etc.) incluso fuera del horario de trabajo.
Uso compulsivo de TICs
- Para ilustrar el uso compulsivo de los argentinos, podemos afirmar que, con frecuencia o alta frecuencia:
- El 27% tiene ansiedad si no tiene acceso a las tecnologías (Internet, correo electrónico, móvil, etc.).
- El 26,4% siente un impulso interno que le obliga a utilizarlas en cualquier lugar y en cualquier momento.
- El 12,2% dedica más tiempo a las tecnologías que a estar con amigos/as, familia y practicar hobbies, etc.
Adicción a las TICs según el sexo
¿Hay diferencias según el sexo?
- Se encontró que los niveles de riesgo de adicción a las tecnologías son levemente más altos en los varones que en las mujeres.
- Uso compulsivo alto: casi 36% de varones frente al 31,6% de las mujeres.
- Uso excesivo alto: 13% en varones frente al 10,6% en mujeres.
- Adicción a las TICs en distintas generaciones.
¿Hay diferencias generacionales?
- Sí. Los millennials son los que presentan mayores niveles de riesgo frente a la adicción a las TICs, ya que:
- el uso excesivo alto es mayor en los millennials (15,5%), menor en los de generación X (11,5%) y aún menor en Baby Boomers (6,5%).
- A su vez, también el uso compulsivo alto es significativamente mayor en los millennials (48%), frente al 29% Generación X y 20,3% Baby Boomers.
Adicción a las TICs en diferentes ciudades
¿Hay diferencias por ciudades?
Si bien son datos preliminares, se muestran algunas tendencias.
Si hacemos un ranking por ciudades, tomando los porcentajes de uso (compulsivo y excesivo) alto, podemos ver lo siguiente:
Como se puede observar, Córdoba ocupa los primeros puestos en cuanto al uso compulsivo y excesivo de las TICs, lo que habla de una gran problemática existente y que puede empeorar si no se concientiza sobre el abuso en el uso de las tecnologías.
Uso del celular
Hoy en dia es un aparato indispensable en la vida diaria de -al menos- la mayoría de las personas. Desde usarlo como cámara de fotos, agenda personal, despertador, entre otros, el smartphone es una tecnología que busca mejorar la calidad de vida de las personas, pero también puede producir una gran adicción si no es usado con responsabilidad.
Impacto positivo en la productividad laboral
Existe un impacto positivo cuando la favorece, aumentando la eficacia personal (trabajo o estudio), y la persona lo usa cuando le conviene: como una herramienta de organización, gestión del tiempo, o facilitador de tareas, entre otras posibilidades.
- El 30,7% considera que el celular aumenta su productividad.
- El 48,2% afirma que el celular le ayuda a organizarse.
- El 34,5% siente que el uso del celular le hace ganar tiempo valioso.
Impacto negativo en la productividad laboral
Hay impacto negativo cuando resta capacidad y eficiencia a la persona, dado que la manera en que lo utiliza le hace perder tiempo, aumenta las distracciones, los problemas de metodología, procrastinación, por nombrar algunos casos.
- El 16,6% considera que el celular disminuye su productividad.
- El 24,5% interrumpe sus tareas para chequear el celular.
- Al 9,8% le cuesta concentrarse en su trabajo, debido al uso del celular.
- El 26,3% afirma que el uso del celular le hace perder tiempo valioso.
Estos fueron los datos más relevantes que brinda el informe, el cual deja en claro que el uso de las TICs puede ser de gran ayuda, pero que en exceso puede ser perjudicial para todos.